¡Ya salió el Peine!
Ahora, está clarísimo por qué Bush aceptó -por fin- luego de hacerse del rogar durante más de cinco meses, dialogar con su homólogo-vaquero-guanajuatense, Vicente Fox.
Una nota del Departamento de Energía de los Estados Unidos, que circuló ayer en las agencias informativas, puso el cascabel al gato.
Resulta que este país maravilloso (¿ha escuchado usted la frase a alguien?), es ?ya- el principal surtidor de petróleo a los Estados Unidos. Como lo está usted leyendo, estimado lector: el país hacia el cual ? en su interior- quisiera Gobernar Schwarzenegger, regresar unos cuantos cientos de miles de paisanos para apaciguar ?según dicen- sus ánimos hitlerianos; el que hizo una mueca a los afanes guerreros de Bush en Irak; el que trae mareadas a las redes de inteligencia de los Estados Unidos por el riesgo de que un loco se suba a un avión mexicano y lo secuestre para perpetrar actos terroristas; o cruce armas químicas en un camión de pasajeros o en un coche dando un ?moche? (of cors) a un aduanal mexicano a quien dirían que están pasando leche en polvo y quien se haría de la vista gorda... es el primer abastecedor de petróleo a los Estados Unidos.
¡Cómo debe ser incómodo para los estadounidenses (y también para México) la relación con EU! La fatalidad de la geografía y ?para colmo- como dice el poeta, los veneros de petróleo...., está conformando o; mejor dicho; ratificando, la condición de vecino incómodo; que se ha exacerbado porque a las veleidades naturales de la política mexicana se suman los inmensos intereses que a uno y otro lado del Bravo ha tejido el TLC.
De acuerdo a la nota referida, las importaciones de crudo provenientes de México (exportaciones para México), promediaron en agosto 1.604 millones de barriles al día, un alza de casi 9 por ciento respecto a los niveles de hace un año, contra 1.586 millones de barriles que le compraron como promedio en agosto los gringos a Canadá (l.1 por ciento menos que México); y 1.475 que le adquirieron a Arabia Saudita también como promedio mensual (un 12.6 por ciento menos que a México). ¿Cómo la ve?, estimado lector.
La cuestión es que el ?súbito- pero explicable ánimo negociador de los Estados Unidos con México, que exhibirá esta semana con México en la reunión de APEC a celebrarse en Tailandia; este interés, como le repito, se dio -como luego dicen-...por si acaso.
No vaya a ser el diablo que las cosas en Irak se compliquen más de lo que ya están, región que pinta ?de veras- para sacarle canas verdes a los gringos. No vaya a ser ?le repito- que se complique el suministro de petróleo de la emproblemada región del Medio Oriente que sigue siendo potencialmente explosiva para la estabilidad internacional.
Aunque, para apaciguar expectativas, los estadounidenses, que se pintan solos para las fintas, echaron ayer un cubetazo de agua fría luego de que la asesora en Seguridad Nacional, un personaje clave e influyente en el gobierno estadounidense señaló que no debe esperarse un gran avance en la reunión bilateral Fox-Bush a celebrarse el lunes próximo en Tailandia, porque ?dijo- esta reunión será breve.
Reconoció ?si- que el presidente Fox tiene interés en discutir el tema migratorio, pero dijo, en un fraseo que esconde que no habrá resultados de peso, que ?lo importante es hacer las cosas bien, no hacerlas rápido?.
Por supuesto, al margen de los canales de los medios, de las declaraciones públicas, operarán los hechos duros como éste ?que México es país clave en el suministro petrolero-.
Pregunta: ¿Qué papel jugarán los Estados Unidos en la reforma eléctrica que ?según dijo ayer Creel- va por buen camino? Si le preguntamos al comandante Marcos o Andrés Manuel López Obrador dirán que México sencillamente bailará al son que la ponga EU. Si cuestionamos a Barrio señalará que la negociación será un acto soberano de México. La verdad ?quizá- se encuentre en algún punto medio.
Lo cierto es que, como lo dijimos aquí mismo hace unos días, los Estados Unidos son (siempre lo han sido) un factor de peso en el juego de la realpolitik. Son enormes; vastísimos, los intereses económicos y políticos de Estados Unidos en nuestro país.
En todo caso, el juego de los partidos en México apunta hacia que la reforma eléctrica sí se llevará a cabo (aunque habrá que ver en qué términos), situación que coincidirá con el interés estadounidense (aunque, of cors, los Estados Unidos, como dice el chapulín colorado... como no queriendo, dejarán sentir su punto de vista).
Del tema migratorio, que interesa a México y (no tanto), a Estados Unidos ?al parecer- habrá que esperar mejores tiempos.