25 septiembre 2003
Tokio, (EFE).- Un fuerte terremoto de una magnitud de 7,8 grados en la escala abierta de Richter se produjo en una amplia zona del norte de Japón, seguido de varias réplicas, que causaron un incendio de un depósito de gasolina y cortes de luz, aunque se desconoce por el momento la existencia de víctimas.
Según el Instituto Sismológico Nacional, el temblor ocurrió a las 04.50 horas locales (19.50 GMT del jueves) y su epicentro se localizó a 60 kilómetros de profundidad a unos 80 kilómetros de las costas sudorientales de la isla de Hokkaido, la más septentrional del archipiélago.
Posteriormente se han registrado varias réplicas del seísmo, una de las cuales tuvo una intensidad de grado 6, en la escala japonesa de siete, a las 06.07 horas (21.07 GMT del jueves).
Las autoridades lanzaron a través de la televisión un aviso de precaución en previsión de fuertes olas "tsunami" o maremotos, frecuentes tras los fuertes terremotos, y pidieron a los habitantes del litoral que se alejen de la costa y se refugien en zonas seguras.
En varias localidades costeras se apreciaron incrementos anormales del nivel del mar que llegaron a ser de 130 centímetros en Urakawa y de un metro en Kushiro.
El seísmo más fuerte se sintió con una intensidad de grado 6, en la escala nipona de siete puntos, en varias localidades de Hokkaido, situada a unos 800 kilómetros al norte de Tokio, y con menor intensidad en numerosas provincias de la zona.
Según la televisión pública NHK, se produjo un incendio en la refinería Idemitsu situada en el puerto de Tomakomai, en la que se podían apreciar las llamas y una densa columna de humo negro en un depósito de gasolina, incendio que parecía remitir por la acción de los bomberos dos horas después.
La compañía eléctrica de Hokkaido indicó que el movimiento telúrico causó la detención automática de la central térmica de Tomako-Atsuma que dejó sin suministro eléctrico a las comunidades de la zona, como Hiroo y Urakawa.
La central nuclear de Tomari, en la misma isla, funciona con normalidad y según la empresa eléctrica, no ha resultado afectada.
En Samani dos pequeñas embarcaciones pesqueras se hundieron en aguas costeras, según fuentes locales.
La NHK dijo que el temblor más fuerte causó una notable sacudida horizontal que duró varios segundos, hizo oscilar a los edificios y provocó caídas de objetos.
Con las primeras luces de la mañana han podido apreciarse grietas en las carreteras, aunque los edificios se mantienen en pie y la normalidad parece visible.
Según informaciones de las diferentes televisiones el servicio de Bomberos recibe llamadas de urgencia y solicitudes de ambulancias para atender a heridos.
En una de las llamadas una mujer resultó herida al caerle encima el aparato de televisión.
En Onbetsu descarriló un tren que causó heridas leves a una persona. Según la empresa local de ferrocarriles los servicios de trenes se han reanudado en algunas líneas de la isla, aunque con limitaciones de velocidad.
El aeropuerto de Sapporo funciona con normalidad, aunque el de Kushiro está cerrado por el desplome del techo en alguno de sus edificios.
Japón es un país propenso a los terremotos, por lo que existen estrictas normativas en materia de construcción que suelen evitar daños de consideración por los seísmos moderados o fuertes.