por Jorge Rodríguez Estrada.
el siglo de torreón
Torreón, Coah.- Funcionario de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) fue sorprendido cuando traía a su cargo un vehículo robado que había sido recuperado meses atrás y que un médico dice le pertenece. Seguridad Pública aseguró la unidad y sus ocupantes, pero ahora nadie sabe nada de ellos.
Una vez más la PGJE se ve involucrada en seria anomalía cuando la noche del jueves, agentes de la Policía Preventiva detuvieron a Alejandro Terrazas Cuéllar, quien resultó estar a cargo del Ministerio Público de Recuperación de Vehículos. Lo acompañaba Óscar Gutiérrez Pérez, que algunos elementos uniformados señalaron como familiar de Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM).
Juan Santiago Rodríguez Ruiz, quien asegura ser propietario del vehículo que manejaba el funcionario de la PGJE, una Ford Explorer gris de modelo reciente, con placas EXD-6204 de Coahuila, una vez que intervinieron las autoridades ya no sabe dónde están los detenidos y dónde quedó la camioneta.
Tras entrevistarse con el Director de Seguridad Pública, aseguró que detenidos y vehículo se pusieron a disposición de la PGJE, pero en esta dependencia informaron que no hay detenidos al respecto y que la camioneta está en resguardo.
Todo esto, externó el afectado, hace pensar que entre ambas autoridades se tapan, para que el escándalo no los afecte, ya que en Seguridad Pública no se elaboró ningún parte informativo, pese a que intervinieron en el aseguramiento varias patrullas.
La historia
Con fecha 19 de noviembre de 2002, Juan Santiago Rodríguez Ruiz, de profesión médico cirujano, presentó una denuncia por el robo de su vehículo Ford Explorer, color gris.
La noche del jueves siete de agosto del año en curso, él y su esposa vieron la unidad en el estacionamiento del club San Isidro, por lo que decidieron esperar para ver quién la conducía.
Momentos después dos sujetos abordaron la camioneta y salieron del estacionamiento, por lo que fueron seguidos de cerca por el galeno y su cónyuge. Sin embargo “la presa” se dio cuenta que eran seguidos y burlaron a sus perseguidores.
Empecinado en no quedarse con los brazos cruzados, el doctor Rodríguez Ruiz recorrió varias calles hasta dar con el paradero de su camioneta, que encontró en la gasolinería ubicada en calzada Antonio de Juambelz y Bracho (32) y bulevar Diagonal Reforma.
Ahí fue donde optaron por solicitar el apoyo de Seguridad Pública, por lo que llamaron al 060 y en cuestión de minutos arribaron varias unidades de dicha corporación que aseguraron el vehículo y a sus ocupantes, que fueron trasladados al área de jurídico de la DSPM en las instalaciones de avenida Bravo y Periférico. Eran las 23:00 horas.
El rescate
Desde un principio la actuación de las autoridades de Seguridad Pública dieron mucho de qué hablar, pues no se informaba de nada y el titular de Jurídico, Julio César Rodríguez Batres, recibió en su oficina a un funcionario de la Procuraduría.
Al filo de la medianoche, arribó a la DSPM, un individuo de aspecto árabe, con elevada estatura, blanco, algo robusto y de nariz prominente, el citado funcionario, que luego nos enteramos se trata de Carlos Durán Fernández, secretario técnico de la PGJE, fue por las personas que traían la Ford Explorer.
Fue Durán Fernández quien salió con Alejandro Terrazas Cuéllar y Óscar Gutiérrez Pérez. Por la mañana, otro funcionario de la Procuraduría, recogió la unidad que hasta el momento ignoramos dónde está.
Pese a que el doctor Juan Santiago Rodríguez Ruiz dijo tener confianza en las autoridades, actuaciones como la anterior, dejan mucho qué desear, pues surgen dudas sobre la forma como resuelven los ilícitos y las denuncias.
A todas luces resulta una irregularidad que la Policía Preventiva haya querido ocultar el hecho al no elaborar un parte informativo y surgieron más dudas cuando nos mencionaron que uno de los detenidos era familiar del director.
Respecto a esto último, aseveró que Gutiérrez Pesquera mostró disposición a presentarles a sus hijos y en caso que alguno fuera identificado como uno de los detenidos, que interpusieran la denuncia respectiva, pero declinaron la oferta.