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México, DF.- A pesar del repunte de 7.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos en el tercer trimestre del año, la falta de sincronía con la actividad económica mexicana provocará que en el año el crecimiento esté alrededor de 1.28 por ciento, previeron ejecutivos de finanzas.
Alberto Espinosa, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), señaló que ante la falta de condiciones adecuadas seguirá el panorama incierto durante el siguiente año, con un crecimiento de aproximadamente tres por ciento en el PIB, independientemente de que se aprueben o no las reformas estructurales.
Reconoció que en la actualidad, el bajo dinamismo económico, ha provocado que la manufactura no repunte, pese a una mejora en Estados Unidos, lo que ha propiciado un deterioro en el mercado laboral y una tasa histórica en el desempleo, de 3.87 por ciento durante septiembre.
En ese sentido, se mostró escéptico sobre el impacto positivo por la aprobación de las reformas fiscal y eléctrica, y mencionó que en todo caso los beneficios de estos cambios no se darían en 2004, sino hasta los siguientes años.
Sin embargo, advirtió que de no concretarse las reformas, los próximos tres años seguirán siendo de incertidumbre, inseguridad y de mayor pobreza, y llegarán de nueva cuenta las campañas políticas rumbo a la Presidencia de 2006, en las cuales dichos cambios estructurales serán la promesa para sacar adelante al país.
Añadió que la visión de los inversionistas cambiaría, volteándose hacia otras naciones y perdiendo de nueva cuenta la oportunidad de atraer más capitales. Sin embargo, para Espinosa aún hay esperanzas de sacar adelante las reformas, y si bien no traerán un impacto directo, contribuirán a generar un mejor ambiente de negocios.
?Las expectativas de crecimiento para el país en el 2004 son muy raquíticas y pobres, por ello es importante que se aprueben las reformas estructurales?, expresó el fiscalista en conferencia de prensa.
Destacó que es urgente que se de un ambiente de confianza en el país, una visión de que es una opción para invertir y reactivar la economía, con lo cual se daría una mejora en la calificación crediticia de México y llegarían más capitales.