EL PAÍS
JERUSALÉN.- El primer ministro Ahmed Korei, más conocido como Abú Alá, se vio obligado ayer a prolongar por un tiempo indeterminado, no superior a una semana, su mandato como jefe de gobierno palestino, ante la imposibilidad de formar un nuevo ejecutivo, después de que se reabriera en la cúpula de la Autoridad Nacional Palestina el viejo debate sobre las atribuciones y poderes del futuro ministro del Interior.
Ahmed Korei, de 70 años, fue nombrado responsable del Gabinete de Urgencia, el pasado cinco de octubre con el encargo de administrar interinamente los asuntos palestinos con un equipo reducido de ocho miembros, durante un mes y con carácter excepcional, para llenar así el vacío provocado por la dimisión de su predecesor Mahmoud Abbas, (Abú Mazen). Aunque este plazo finalizó ayer por la tarde, Ahmed Korei se ha visto obligado a prolongar su mandato, a petición del presidente Yasser Arafat al no poder constituir un nuevo gabinete, de corte tradicional, integrado por todos los partidos políticos y constituido por no menos de 22 ministros, como el mismo se había comprometido.
Las dificultades para formar el nuevo ejecutivo estriban en la falta de acuerdo entre Yasser Arafat y Ahmed Korei con respecto a las atribuciones y el nombre del futuro ministro del Interior, una vieja polémica que prolonga desde hace varios meses y que está generada por la actitud reticente del presidente de la Autoridad Nacional Palestina a delegar el control de las fuerzas de seguridad, en especial de los servicios secretos.
A pesar de todos estos inconvenientes Ahmed Korei aseguró ayer en la prensa, en un encuentro celebrado en Ramala, que preveía que el nuevo gabinete podría quedar constituido en un plazo máximo de una semana, para celebrar a continuación una sesión extraordinaria del Parlamento y conseguir el voto de confianza.
La situación de interinidad en la que se encuentra sumido el gobierno palestino, impedirá que este fin de semana pueda llevarse a término la reunión cumbre prevista entre Ariel Sharon y Ahmed Korei, en la que presumiblemente iba a discutirse la adopción de una serie de medidas para aliviar la presión sobre la población civil en los territorios palestinos.
Este compás de espera permitirá sin embargo a los palestinos trabajar en el proyecto de alto el fuego, en el que se encuentra inmerso Ahmed Korei y al que ha invitado a todas las fuerzas radicales, incluidas a los fundamentalistas de Hamas y Yihad Islámica.
Por su parte los podrán avanzar en una nueva iniciativa de paz que ha empezado a preparar el partido Shinui, la segundas formación de la coalición, que lidera el ministro de Justicia Tomy Lapid.
La propuesta de paz de Shinui, llamada “una iniciativa para renovar el proceso de paz”, contempla entre otros compromisos, la retirada de los colonos del asentamiento de Netzarim, en el corazón de la Banda de Gaza y su sustitución por un contingente militar que se replegaría en un momento determinado como gesto de buena voluntad hacia los palestinos. En la misma línea los israelíes podrían congelar los asesinatos selectivos de los dirigentes de la Intifada. Como contrapartida la propuesta reclama el compromiso de la Autoridad Nacional Palestina a luchar y desmantelar las infraestructuras terroristas y garantizar el alto el fuego.