Afirma José Ramírez Gamero que se acabaron “las líneas” .
EL SIGLO DE TORREÓN.
DUrango, Dgo.- A las cuartro de la tarde con quince minutos, se cantó el primer voto, a favor de Carlos Herrera Araluce, pero Ismael Hernández Deras cerró con el último de la jornada dominical de la Convención Estatal del Partido Revolucionario Institucional, y a final de cuentas el senador se había alzado como el ganador de la candidatura priista a gobernador, con 732 sufragios para su causa contra 700 del gomezpalatino.
La tendencia entre Herrera Araluce y Hernández Deras fue variable, con diferencias a favor y en contra que no sobrepasaban los diez puntos; sin embargo, a las 4:55 de la tarde, Ismael tomó un “colchón de ventaja” de 40 votos que ya nunca perdió.
A las cinco de la tarde con 29 minutos, setenta y cuatro minutos después de iniciado el canto de los votos, José Trinidad Ruíz León levantó la última boleta de la urna que había quedado en la urna trasparente y la sentenció: “para Ismael”. Las cuentas de los activistas del senador eran favorables, no había duda, Hernández Deras tenía una ventaja de 32 votos.
La algarabía se desenfrenó, los ismaelistas corearon sus porras y dieron cuenta de la consolidación de la nueva clase política dentro del Revolucionario Institucional.
Aunque mesurados por el acontecimiento, los ex mandatarios Héctor Mayagoitia, José Ramírez Gamero y Maximiliano Silerio Esparza permanecieron pacientes en la primera fila del lado izquierdo del auditorio del PRI y celebraron con sobriedad el resultado, en tanto que el gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier y su esposa sólo se limitaron a emitir su sugrafio y abandonaron la convención a una hora con 25 minutos de iniciada, a eso de las 12 horas con 25 minutos.
Gustavo Lugo Espinoza, presidente del CDE del tricolor, permaneció toda la jornada en la bucata central de la primera fila, aunque eran obvios sus gestos de tensión; al termino de la votación sostuvo “que no había vencedores ni vencidos, que el único ganador era el partido”.
El líder de la CTM, José Ramírez Gamero, en las opiniones que expresó, destacó que “se acabaron las líneas”, en franca aseveración a los dimes y diretes sobre una presunta inducción del voto entre los mil 496 delegados facultados para elegir al abanderado prisita.
“El último voto (que se cantó) fue el mío, era el de mero abajo”, manifestó por su parte el ex gobernador Maximiliano Silerio Esparza, para abrirse formalmente como uno de los simpatizantes de la candidatura de Hernández Deras.
El resto de los simpatizantes de la corriente ismaelista se abrazaban, gritaban de euforia, se apoderaron de la plataforma del auditorio y evidenciaron la integración de la nueva clase política del PRI, mientras que los seguidores de Carlos Herrera estaban desconcertados, muchos de ellos lloraron la derrota.
A las seis de la tarde con 36 minutos, tras la algarabía, Ismael Hernández se integró a los festejos, y cuatro minutos después recibió la constancia como candidato electo por el tricolor. Carlos Herrera, manejado como “el candidato oficial”, se había quedado fuera de la nominación; le faltaron por lo menos 33 votos, en tanto que José Aispuro obtuvo 35 sufragios, ocho Adrián Alanís y cinco anulados.