El actual presidente de Ruanda se declaró el ganador de las elecciones celebradas en su país, al abtener una abrumadora ventaja sobre sus otros competidores. (/i)
26 agosto 2003
Lisboa, (Notimex).- El presidente ruandés Paul Kagame se declaró hoy ganador de las elecciones celebradas la víspera, luego de que la Comisión Electoral divulgara resultados parciales que le otorgan una abrumadora ventaja sobre sus rivales.
El presidente de la Comisión, Chrysologue Karangwa, señaló que tras computarse alrededor de 51 por ciento de los votos, Kagame tenía una ventaja de 94.3 por ciento.
Su más cercano contendiente, Faustin Twagiramungu, contaba con apenas 3.5 por ciento de los votos, y el otro candidato, Jean Nepomuscene, sólo 1.19 por ciento.
"No hay duda de que las elecciones nos han favorecido. Esta es una verdadera victoria, irreversible, y no es una sorpresa", declaró Kagame ante miles de sus seguidores en el estadio deportivo Amahoro (Paz) de Kigali, la capital de Ruanda.
Las celebraciones en Kigali por el virtual triunfo del presidente comenzaron de hecho horas antes de que los primeros resultados fueran dados a conocer.
Las de este lunes fueron las primeras elecciones democráticas organizadas en Ruanda desde el genocidio de 1994, cuando extremistas de la etnia hutu mataron a unos 800 mil tutsis, así como a hutus moderados que no compartían su ideología de dominación.
Los hutus representan 85 por ciento de la población ruandesa de 8.2 millones, frente a 14 por ciento de los tutsis y el resto de pigmenos twa.
El presidente es un tutsi que encabezó el movimiento rebelde que contribuyó a poner fin a la matanza al tomar Kigali en julio de 1994.
Kagame asumió entonces la vicepresidencia y la cartera de Defensa, dejando la presidencia a Pasteur Bizimungu, un hutu.
Considerado el hombre más poderoso de Ruanda, Kagame no asumió la presidencia sino hasta abril de 2000, cuando Bizimungu renunció por discrepancias con sus colegas del gobierno.
Bizimungi acusó a sus antiguos colaboradores de ejercer una represión desmedida contra la disidencia. Posteriormente fue encarcelado bajo cargos de actividad política ilegal y amenazas a la seguridad del Estado.
Pese a que el gobierno de Kagame ha mejorado la seguridad, reducido la pobreza, iniciado el crecimiento económico y promovido la reconciliación étnica, sus detractores dicen que mantiene un control autocrático del país.
Analistas extranjeros consideran que Kagame probablemente enfrentará una creciente presión internacional para que use su nuevo mandato con objeto de acelerar el proceso de democratización en Ruanda.