Resulta que en todas las votaciones, encuestas, sondeos de opinión o lo que usted se le ocurra, salió vencedor el futbolista brasileño Ronaldo como el atleta del año.
Quizá estemos de acuerdo usted y yo en que, como jugador de futbol, el llamado "Fenómeno" pueda efectivamente ser el mejor pero de ahí a otorgarle un reconocimiento por parte de la prensa especializada como el máximo exponente deportivo del año me parece, por lo menos, una desmesura.
La Copa del Mundo devolvió parte del esplendor que Brasil tuvo en alguna época y que lo ha hecho ganar el máximo cetro hasta en cinco ocasiones; sin embargo, hasta los expertos están de acuerdo en que este Brasil, el del 2002, ha sido el más pobre en accionar y tacaño en el quehacer futbolístico.
La magia que maravilló el orbe en los torneos del 58 y 62 llegando a lo máximo en México 70 parece quedar más en la retina de quienes con ella se deleitaron que en la realidad de los tiempos que corren.
Incluso algunos exponentes de la verde-amarella como el representativo en Argentina 78 y España 82 aunque no ganaron el evento dejaron constancia de que lo que ellos hacían se parecía más a un ballet que al deporte de las patadas. Incluso el cuadro que obtuvo el "Tetra" ante Italia en USA 94 lució mejor conjuntado que el actual Campeón del Mundo.
El equipo brasileño tuvo serios problemas en la eliminatoria sudamericana y por primera vez en la historia no calificó en primer lugar.
Ya instalados en oriente los amazónicos tuvieron rivales francamente muy malos empezando a competir hasta cuartos de final al enfrentar a Inglaterra y desde ahí, aprovechando el pésimo nivel del torneo y la prematura eliminación de los favoritos, llegaron a la final ante una paupérrima Alemania carente de figuras, imaginación y contundencia.
Claro que de todo esto no tiene culpa alguna Ronaldo quien se concretó a hacer lo que sabe... ser letal ante el arco contrario.
También colaboró en la coronación del Real Madrid como el mejor equipo del mundo en la final de la Copa Intercontinental y por ello quizá los especialistas se fueron con la finta para entronizarlo como el número uno.
Incluso Rivaldo, el otro estrella brasileño dijo no con poco tino y gran ironía: "Ronaldo ganó el título de futbolista del año para la FIFA con sólo dos partidos", refiriéndose sin duda a la final a la que nos acabamos de referir y a la del Mundial. Con esos amigos para qué quieres enemigos.
Dentro del futbol hay que admitir que el talento se ha puesto escaso en estos tiempos y a un hombre que va de frente al arco, arrastrando rivales como tractor y anidando la pelota hay que, por lo menos agradecerle el gesto.
Para mí, independientemente de su calidad, me gusta Ronaldo por el valor que ha tenido para enfrentar la adversidad; mire usted que las lesiones que ha tenido son como para deprimir al más pintado y han costado la carrera a otros futbolistas sin embargo, este "viejo" de 26 años volvió para ganarlo todo. En eso reside su grandeza.
Ahora que, puestos a escoger, me parece que la verdadera atleta del año es Ana Gabriela Guevara. A lo mejor me gana el nacionalismo, la admiración y el respeto que me inspira la sonorense pero lo de ella ha sido una verdadera hazaña. Así que como a mí no me preguntaron, le doy mi voto a la mexicana y deseo que siga, en este año, siendo la mejor... aunque se me enoje Ronaldo.