El comité de Seguridad e Inteligencia de la Cámara de los Comunes presentó un informe en el que asegura que el Gobierno no infló sus documentos sobre la guerra y critica al ministro de Defensa, Geoff Hoon, por no declarar todo lo que sabía.
11 septiembre 2003
LONDRES, (AP).- El gobierno del primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, no exageró a sabiendas los informes sobre las armas iraquíes pero sí hizo mal al afirmar que el régimen de Saddam Hussein estaba en condiciones de lanzar armas químicas y biológicas en 45 minutos, determinó el jueves una comisión investigadora.
La Comisión de Inteligencia y Seguridad del Parlamento determinó que el gobierno se equivocó al hacer esa afirmación sobre las armas iraquíes en un informe publicado en septiembre, cuando el gobierno justificó la invasión de Iraq.
La comisión, integrada por miembros de ambas cámaras del parlamento, criticó además al secretario de Defensa, Geoff Hoon, y dijo que su ministerio "no ayudó y fue potencialmente engañoso" al no divulgar inicialmente que sus funcionarios tuvieron dudas sobre la veracidad del informe.
"Nos preocupó que tras la primera sesión investigadora (de la comisión), que no repasó todas las dudas y temores planteados por el personal de inteligencia, el secretario de Defensa decidió no ordenar la redacción de una carta dirigida a nosotros resaltando esos temores", indicó el informe.
El líder del opositor Partido Conservador, Iain Duncan Smith, volvió a pedir la dimisión de Hoon. "La comisión lo acusó de engañar y de ocultar información", insistió Duncan Smith.
Sin embargo, el secretario de Asuntos Exteriores, Jack Straw, dijo que el primer ministro y el gabinete respaldan a Hoon. "No dudo que el secretario de Defensa deberá continuar y continuará en su puesto", afirmó Straw.
El gobierno de Blair se ha visto presionado porque, seis meses después de la invasión, no se ha hallado pruebas de que Iraq tuviera armas de destrucción masiva, la razón esgrimida por el gobierno para justificar la invasión de Iraq.
El gobierno está enzarzado en una disputa con la British Broadcasting Corporation sobre el informe, que mencionó fuentes no identificadas según las cuales el gobierno rechazó los consejos de su personal de inteligencia y "exageró" el informe al incluir la premisa de los 45 minutos, y que seguramente sabía que dicha premisa era falsa.
El reportero de la BBC Andrew Gilligan dijo posteriormente que culpó al director de comunicaciones de Blair, Alastair Campbell, por insistir en la inclusión de dicha premisa.
La Comisión de Inteligencia y Seguridad rechazó esas acusaciones y aceptó la versión del gobierno de que la Comisión Conjunta de Inteligencia, que preparó el informe, no fue presionada políticamente de forma indebida.
La Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, en un informe emitido el 7 de julio, absolvió igualmente al gobierno y a Campbell.