Por Socorro de la Luz Muñoz
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Es previsible que en el primer trimestre de 2003 se mantenga el estancamiento del empleo en virtud de que las condiciones externas han impedido la recuperación industrial.
Ricardo Ortiz Villarreal, director de plaza de Casa de Bolsa BBV-Bancomer precisó que el empleo formal está prácticamente estancado desde el segundo semestre de 2002, debido al deterioro de las condiciones de la demanda externa, particularmente en Estados Unidos y estimó que estas condiciones estarán vigentes cuando menos los primeros meses del año dada la incertidumbre en el contexto internacional.
El entrevistado explicó que en 2002, la generación de empleos en el sector formal de la economía, medido a través del número de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social, fue de 62 mil trabajadores, siendo la mitad del año cuando inició de nueva cuenta una fase de estancamiento.
Esta tendencia no fue generalizada, expuso el ejecutivo, ya que mientras las actividades industriales fueron las principales bajas, en el comercio y los servicios la tendencia fue contraria.
El sector industrial aún mantiene la trayectoria de contracción iniciada desde la segunda mitad de 2000. Según el estudio, la industria manufacturera ha sido la más afectada: en 2002 fue responsable de una pérdida neta de 83 mil empleos y si se añaden los de 2001, la disminución es de 560 mil fuentes de empleo en dos años.
Ortiz Villarreal señala que otro subsector con esta misma tendencia es la construcción, donde existen altibajos. En 2002 reportó una pérdida de 4 mil plazas, sin embargo, esta industria ha tenido una moderada recuperación en la segunda mitad del año.
En riesgo el comercio
A pesar de que el comercio ha mantenido dinámica, la falta de recuperación industrial mantiene endeble las perspectivas del ramo, dijo el entrevistado.
Explicó que al contrario de la industria, el sector comercial y de servicios generó 155 mil plazas, lo cual, es indicativo de la relativa fuerza en el mercado interno que por segundo año consecutivo se consideró el motor de la economía nacional.
No obstante, el crecimiento futuro de este sector depende de la evolución del ingreso disponible de las familias, que se integra principalmente por el salario, que también ha sido afectado por la actividad industrial.