Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Solamente la orquesta German Brass podía hacerlo. Con sus trompetas, trombones, tubas y cornos llevó al público lagunero por un recorrido musical que empezó en la época clásica, terminando hasta nuestros días. Pero no fue cualquier viaje... ¡fue una experiencia fenomenal!
Durante más de dos horas, la orquesta de metales más famosa de Europa ofreció un concierto en el teatro Isauro Martínez la noche del miércoles. La escenografía... ¿Cuál? ¡No hizo falta! En el foro únicamente se encontraban los instrumentos y el atril de cada uno de los músicos con sus partituras.
Antes de que diera inicio el recital, varias personas de la localidad se preguntaban cómo sería un espectáculo donde hubiera únicamente metales. No se hacían a la idea de que los violines, violas y chelos quedaran fuera, pero cuando se percataron de la riqueza y la fuerza que logran estos instrumentos por sí solos, su percepción musical cambió.
Las Obras de Händel, Pergolesi y Bach fueron las primeras del repertorio. Luego le siguió la Marcha Triunfal de la Ópera de Aída, finalizando la primera parte con Spiritual Rapsody, esta última escrita por el director de la orquesta, Enrique Crespo.
Antes de comenzar con las obras, Crespo daba una breve explicación de cada una de ellas. De Spiritual Rapsody -pieza de su creación- dijo que en los frecuentes viajes alrededor del mundo, los integrantes de la agrupación han ido recogiendo la tradición musical popular, adoptando estas obras a su propia sonoridad. Spiritual Rapsody lleva a la gente por diversos estados de ánimo y atmósferas, que lo mismo remiten a la música cinematográfica de los años 50’s que recuerdan las viejas bandas de jazz con hondas raíces populares.
Llegó el intermedio y con él 20 minutos de espera. La gente sabía que la parte complementaria sería distinta a la primera, con temas populares y característicos de diferentes países, pero jamás pensaron que la disfrutarían tanto.
A las diez en punto comenzaron de nuevo, siendo la música mexicana la que lograría arrancar desde el principio el ánimo de la gente. Después vinieron tres temas españoles, luego tangos y el bossa nova de Brasil.
Antes de tocar los temas del país Carioca, Enrique Crespo platicó una anécdota que le gusta mucho. Hace años, iba tocando su trombón para la gente de primera clase a bordo de un barco. Al terminar, se le acercó un señor y lo felicitó por su excelente interpretación de la música de Antonio Carlos Jobim, el líder de la bossa nova.
“Le dije, gracias señor, la verdad es que me gusta mucho su música. Y cual fue mi sorpresa cuando me dijo, Antonio Carlos Jobim soy yo”.
Casi para terminar la sesión, los músicos siguieron con jazz y terminaron con un “juego de trombones”. Enrique Crespo comenzó tocando una melodía ayudado por su trombón, pero luego se fueron sumando uno a uno sus compañeros pero con trombones de menor tamaño, hasta que el último de los músicos sacó de una de sus bolsas el diminuto instrumento, provocando la risa de los asistentes.
Un viaje por el mundo
El programa fue variado, interesante y divertido, combinación que encantó al público lagunero, todo él con arreglos de la orquesta.
-Obertura de la música para los Reales Fuegos de Artificio.
-Concerto alla Pergolessi:
Allegremente
Nina
Rondó
-Aria del cuaderno musical para Anna Magdalena
-Marcha Triunfal de la ópera Aída
-Spiritual Rapsody
INTERMEDIO
-Música mexicana, española, argentina, brasileña, jazz y más.