San Juan, Puerto Rico.- La actriz puertorriqueña Gladys Rodríguez confesó que se arrepiente del desnudo que hizo en el teatro Tapia en la década de los 80, en momentos en que ha generado gran polémica la cancelación del musical Chicos Desnudos y Cantando.
Afirmó que el desnudo que escenificó en la pieza teatral Una Campana en la Niebla se sumó a la lista de acciones de las que se arrepiente tras su conversión al cristianismo.
“Mi vida ha cambiado y ya no tengo la perspectiva de una actriz, eso pasó a un segundo plano. Esa obra (Una Campana en la Niebla) fue hace 23 años y sí hubo un desnudo. Aunque fue artístico, me pregunto, en estos momentos, si sirvió de algo y si de alguna forma eso fue edificante. Me arrepiento porque no sé para qué lo hice. En esta etapa de mi vida sólo quiero llevar mensajes y tocar a la gente de una forma positiva”, dijo Rodríguez al diario Primera Hora.
Chicos Desnudos y Cantando, basada en el éxito neoyorquino Naked Boys Singing, ha causado gran revuelo en Puerto Rico y su presentación fue cancelada en el teatro Municipal de San Juan debido a la controversia, pero se ha informado que es posible que se presente en un teatro privado.
Censuran obra con desnudos
La organización religiosa puertorriqueña Pro Vida censuró ayer el hecho de que la obra Chicos Cantando y Desnudos se vaya a presentar en el Teatro El Josco de Santurce (San Juan), tras haber sido cancelado del Teatro Tapia de la capital.
El portavoz de Pro Vida, Carlos Sánchez, dijo que la obra “es pornográfica” donde quiera que se presente y criticó al productor Luis Vigoreaux, dueño del teatro, por permitir su presentación.
El líder moralista citó en declaraciones escritas los artículos del Código Penal de Puerto Rico que tipifican como delito la exposición de las “partes pudendas o cualquier otra parte íntima” del cuerpo ante alguien que se pueda sentir ofendido, y sancionan a las personas que participen o patrocinen espectáculos obscenos.
El gobierno municipal de San Juan prohibió la obra el pasado viernes, a pocas horas del estreno, con el argumento de que afectaba el “buen nombre del teatro”, que es el más antiguo del país.
De inmediato, los productores presentaron un recurso ante los tribunales de Puerto Rico para que obliguen al alcalde capitalino, Jorge Santini, y al director ejecutivo del Departamento de Arte y Cultura de la capital, Fernando Gallardo, a que cumplan el contrato establecido para la puesta en escena del espectáculo.
El autor de Chicos Cantando y Desnudos, Robert Schrock, había llegado a Puerto Rico para el estreno de su pieza.
El director de la obra, Gil René, dijo al rotativo local Primera Hora que en la obra no hay contacto entre los actores que se presentan desnudos y no hay erecciones.
Mientras, informes periodísticos reseñaron en los últimos días que en el Teatro Tapia se presentaron obras que contenían desnudos desde la década de los 70 y se enumeró cerca de una decena de piezas en las que en algún momento hubo un actor que se despojaba de su ropa.