18 septiembre 2003
Carolina del Norte, EU. (AP).- Los vientos periféricos de un débil pero aún potente huracán Isabel comenzaron a castigar la costa de Carolina del Norte en las primeras horas del jueves, mientras zonas más al norte ya estaban empapadas por lluvia y se preparaban para posibles inundaciones.
Los meteorólogos pronostican que la tormenta de categoría dos azotará la cadena de islas Outer Banks, de Carolina del Norte, hacia el mediodía, con vientos de 160 kilómetros por hora (100 millas por hora) y oleajes de hasta 3,3 metros de altura (11 pies), que podrían ser aún mayores en la tarde.
Se teme que al igual que sucedió con el huracán Floyd en 1999, el peor daño será por inundaciones tierra adentro.
La mayor parte de las islas estaban desiertas el jueves, mientras las primeras lluvias de Isabel, acompañadas con vientos de 96 kph (60 mph), comenzaron a caer en un ángulo de 45 grados, llenando de agua a las calles situadas en áreas bajas.
Las autoridades instaron a más de 300.000 personas de Carolina del Norte y Virginia a que dejaran sus viviendas y se trasladaran hacia áreas menos vulnerables tierra adentro.
Una advertencia de huracán permanecía en efecto desde Cabo Fear, en el extremo sur de Carolina del Norte, hasta el límite con los estados de Virginia y Maryland.
Hacia el norte se extendió una advertencia de tormenta tropical, desde Nueva Jersey hasta partes de la ciudad de Nueva York y Long Island.
A las 12.00 GMT Isabel se encontraba a unos 175 kilómetros (110 millas) al sur-sureste de Cabo Hatteras, en Carolina del Norte. Se movía con dirección noroeste a unos 24 kph (15 mph).
Los meteorólogos esperan que mantenga su fortaleza mientras se acerca a tierra, y que desprenda tornados aislados en el este de Carolina del Norte y el sur de Virginia.
De acuerdo con los expertos, los vientos huracanados durarán entre 10 y 12 horas, mientras la tormenta avance hacia el territorio, e Isabel mantendrá su categoría de huracán por unas 24 horas después de llegar a tierra.
Se espera que la tormenta se desplace hacia el norte, cruce Carolina del Norte, entre a Virginia por el este y luego siga hacia Pensilvania y pase sobre el Lago Erie antes de disiparse en Canadá el sábado.
En Washington, las oficinas gubernamentales permanecían cerradas, y el Congreso canceló sus sesiones. Las autoridades dijeron que interrumpirían también el servicio de autobuses y subterráneo el jueves, como medida de precaución.