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TEHERÁN, IRPAN.- Decenas de milicianos irrumpieron en dos residencias universitarias durante la noche, golpearon a los estudiantes en sus camas y detuvieron a varios de ellos.
Horas después, la policía judicial detuvo a “decenas” de los milicianos y a uno de sus dirigentes.
“Estábamos durmiendo en nuestras camas. Entonces escuchamos el ruido de ventanas rotas. Algunos estudiantes no alcanzaron a salir de sus cuartos y los milicianos los golpearon y patearon”, dijo Mojtaba Najafi.
Najafi dijo que unos 200 estudiantes dormían en la residencia Hemmat de la Universidad Allameh Tabatabai cuando comenzaron los ataques. Añadió que más de 50 estudiantes tuvieron que ir al hospital a tratarse de sus heridas y una veintena desapareció.
“Fue la manera más brutal de atacar a un ser humano. Golpearon a los guardias antes de entrar al dormitorio. No tienen límites”, dijo Najafi.
También la residencia Chamran de la Universidad de Teherán fue atacada, dijeron otros estudiantes que pidieron no ser identificados.
“Rompieron ventanas, golpearon a los estudiantes y se llevaron por lo menos a uno con ellos”, dijo uno de los informantes. Según un comunicado del poder judicial leído por radio Teherán, “decenas de personas que sospechosamente atacaron un dormitorio y provocaron daños han sido identificadas y detenidas”.
Radio Teherán dijo que entre los detenidos se encontraba Saíd Asghar, un dirigente miliciano que hace unos años hirió a tiros a un asesor del presidente reformista Mohammed Jatami. Durante la noche previa a los asaltos, centenares de milicianos proclericales y fuerzas de seguridad se enfrentaron a centenares de personas en toda la capital.
Los enfrentamientos del viernes fueron los más intensos en cuatro noches consecutivas de protestas en Teherán, iniciadas por los estudiantes y que se extendieron a otros sectores en muestras de oposición al régimen clerical iraní.
Las fuerzas de seguridad dispersaron las protestas con ráfagas de ametralladoras, gases lacrimógenos y garrotes.
A diferencia de las noches anteriores, no hubo protestas contra el jefe supremo, ayatolá Ali Jamenei. No estaba claro qué provocó los choques del viernes, en los cuales grupos de dos a cuatro milicianos atacaron transeúntes a bastonazos o arrojaron piedras a personas y casas.
Los manifestantes pedían el fin del régimen clerical y la muerte de Jamenei. Las críticas a Jamenei habitualmente merecen penas de cárcel, y los llamamientos públicos a matarlo eran inéditos hasta la semana pasada.
Los partidarios de Jamenei _que controlan las instituciones cruciales del estado_ están enfrentadas en una lucha por el poder con Jatami, quien fue elegido sobre una plataforma de reforma del sistema político archiconservador.