CHICAGO, EU.- En la historia del Juego de Estrellas los abridores normalmente lanzan como mínimo dos entradas. Y el mexicano Esteban Loaiza recorrió también este camino como inicialista de la Liga Americana en la edición 74 del Clásico de mitad de temporada de las Grandes Ligas.
El derecho tijuanense no sólo cumplió, sino que lució dominador en el centro del diamante del U.S. Cellular Park, casa de su equipo los Medias Blancas de Chicago.
Ahí, ante su afición, mostró su talento y respondió a la confianza depositada en él por el manager Mike Scioscia.
Su primer disparo al plato fue un strike tirándole del colombiano Edgar Rentería, quien finalmente rodó a las paradas cortas para el primer out.
Esteban retiró en cuatro enemigos la primera entrada, aunque perdió el juego perfecto tras permitir sencillo de Jim Edmonds, en una línea que picó en terrenos de la pradera derecha.
El imparable estremeció a Loaiza, quien no se amilanó. Al contrario, sacó a relucir la casta y ya no permitió mayor daño al eliminar con sendos elevados hacia los jardines al dominicano Albert Pujols y al cañonero Barry Bonds.
En el segundo inning, el pitcher mexicano colgó el cero en tres bateadores, con un ponche a Todd Helton. En cuenta de tres bolas y un strike, Helton abanicó dos potentes rectas para el segundo out del episodio.
Con la pizarra sin anotaciones, Loaiza fue relevado en la tercera entrada por el yanqui Roger Clemens.
Con esta hermética actuación, Esteban Loaiza se convierte en el segundo mexicano en abrir un Juego de Estrellas, después de Fernando Valenzuela -1981-, y corona una gran primera vuelta de la temporada en las Grandes Ligas, en la que va con récord de 11-5 y 2.21 de promedio en carreras limpias admitidas.
Al final, la Liga Americana se impuso 7-6 a la Liga Nacional y ganó el derecho de abrir en casa la Serie Mundial en octubre próximo.