05 junio 2003
Londres, (EFE).- El Ministerio británico de Interior afirmó que el Reino Unido no concederá asilo a dos hijas del derrocado Sadam Husein, que al parecer pretendían reunirse en el noroeste de Inglaterra con un primo del ex líder iraquí.
Un portavoz del Ministerio señaló que "no nos dedicamos a conceder asilo a gente que abusa de los derechos humanos, incluyendo a la familia de Sadam Husein".
Según la prensa británica, las dos mujeres planeaban pedir asilo en el Reino Unido y reunirse en Leeds con Izzi-Din Mohamed Hasan Al Majid, un primo del ex dictador iraquí que reside en esa ciudad desde 2000 y que, al parecer, intenta tramitar la solicitud de las hermanas.
Al Majid, quien se exilió de Iraq en 1995 y que en abril, una vez derrocado Sadam, fue de visita a su país, llegó al aeropuerto de Leeds en un vuelo procedente de Amsterdam.
Los agentes de Inmigración de ese aeropuerto confirmaron que interrogaron a Al Majid a su llegada, aunque luego éste continuó su camino, evitando a la multitud de periodistas que le aguardaba. Según recoge hoy el tabloide "The Sun", Al Majid confirmó que las hijas de Sadam, Raghdad, de 35 años, y Rana, de 33, quieren pedir asilo.
Señaló además que incluso habían mirado escuelas para sus hijos y hospitales donde obtener asistencia sanitaria una vez que se trasladaran al Reino Unido.
El tabloide "The Daily Mail" asegura hoy que la esposa del líder iraquí, Sajida Husein, de 66 años y que se separó de su marido en 1980, quiere también reunirse con sus hijas y nietos en Leeds.
El domingo pasado, el diario árabe editado en Londres Asharq Al-Awsat aseguró que las hijas de Sadam tenían intención de mudarse a este país dado que no se acostumbran a sus paupérrimas condiciones de vida actuales.
Según dijo Al Majid a ese periódico, su preferencia es vivir en el Reino Unido, pero si su solicitud es denegada intentarán exiliarse en Egipto, Qatar o los Emiratos Arabes Unidos.
Después de huir a Jordania, sus maridos fueron asesinados en 1996 por orden de Sadam Hussein, tras regresar a su país con la promesa de que no serían castigados. Al Majid aclaró que ninguna de las dos viudas tiene idea de dónde pueden estar escondidos el dictador y sus dos hijos Uday y Qusay.