Pekín, (EFE).- La estatua de Buda más grande del mundo estará vigilada por un "guardaespaldas electrónico" que la protegerá del fuego y las inundaciones, informó la agencia oficial Xinhua.
El "guardaespaldas electrónico" consiste en un sistema de vigilancia por ordenador que funciona 24 horas al día y que está conectado al Buda a través de cámaras en miniatura.
El Buda, de 71 metros de alto y 28 de ancho, está ubicado en la Montaña de Leshan, provincia de Sichuan (sudoeste), y se considera el más grande del mundo.
En caso de detectar señales de fuego o inundación, el sistema activará una alarma y los vigilantes llamarán de inmediato a las patrullas de emergencia. "Es la primera vez que un centro turístico chino se equipa con un guardaespaldas electrónico y combina la alta tecnología con las patrullas tradicionales", declaró Lu Lin, director del Centro turístico de la Montaña de Leshan.
Según Lu, la instalación del mecanismo no dañará ni la estatua ni el entorno, "ya que las líneas de transmisión estarán escondidas y las cámaras se situarán alrededor de la estatua y no sobre ella".
El sistema, con un costo de 240.000 dólares, es sólo una parte de una inversión mayor destinada a proteger la estatua, que tardó casi un siglo en construirse hace más de 1.200 años.
La presencia del Buda servía, según los lugareños, para controlar el desbordamiento de las aguas de los ríos Minjiang, Qingyijiang y Dadu, cercanos a esa zona.
La estatua, que representa a un Buda Maitreya sentado, mide 13 metros más que el más alto de los budas gigantescos de Bamiyan, en Afganistán, destruidos por los talibanes a principios de 2001.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) catalogó al Buda de Leshan como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1996.