22 agosto 2003
BAGDAD, (AP).- Los investigadores estadounidenses que analizan el ataque dinamitero contra las oficinas de la ONU en Bagdad se concentraron el viernes en la posibilidad de que varios ex agentes de inteligencia iraquíes que trabajaban como guardias en el complejo pudieran haber ayudado a los atacantes, dijo un funcionario norteamericano.
Los soldados estadounidenses y la policía iraquí cooperan en la búsqueda de restos humanos entre los escombros, mientras que 86 miembros del personal de la ONU gravemente heridos esperan ser evacuados de Iraq.
El ejército estadounidense anunció el viernes la muerte de dos soldados. Uno de ellos murió en combate el jueves, en Hilla, a 54 kilómetros al sur de Bagdad, dijo Margo Doers, del ejército, pero no pudo dar detalles sobre las circunstancias de la muerte del otro soldado, que también falleció el jueves.
Un grupo desconocido hasta ahora se adjudicó la responsabilidad del ataque suicida contra la sede de las Naciones Unidas. Los militantes se autodenominan "Vanguardias Armadas de un segundo Ejército de Mahoma" y juraron "continuar luchando contra cada extranjero (en Iraq) y realizar operaciones similares". La declaración fue enviada al canal de televisión árabe de Dubai, Al-Arabiya.
No fue posible verificar la autenticidad de tal reivindicación, dijo el jefe del Mando Central estadounidense, el general John Abizaid, pero señaló que sabía sobre la existencia de un grupo con un nombre similar. Advirtió que el terrorismo "está surgiendo como la amenaza número uno para la seguridad" en Iraq.
El grupo Ansar al-Islam, vinculado a Al Qaeda, que tiene su base en el norte de Iraq desde antes de la guerra, ha "establecido definitivamente" células en Bagdad y combatientes extranjeros han entrado al país procedentes de Siria, dijo Abizaid en conferencia de prensa en Washington.
Los investigadores del FBI exploraron el posible papel desempeñado por los guardias de seguridad e la ONU, que fueron seleccionados por el régimen de Saddam Hussein antes de la guerra y que informaban sobre los movimientos del personal de la ONU en el Hotel Canal, donde estaban las oficinas del organismo y que servía como base de los inspectores de armas, dijo un funcionario estadounidense en Bagdad a condición de permanecer en el anonimato. Naciones Unidas siguió empleando a los mismos guardias después de la guerra.
El interrogatorio de los guardias se ha convertido en una prioridad por sus lazos con el aparato de inteligencia de Saddam, dijo la fuente. Agregó que los investigadores trataban de enterarse de si alguno de los guardias faltó a sus deberes el martes.