Entrevistado minutos antes de ofrecer una conferencia sobre 'Narcomenudeo', a jóvenes de Derecho en Gómez Palacio, Jorge Campos calificó el fenómeno como subdivisión del narcotráfico.
Advierte ex subprocurador de PGR notables diferencias entre Torreón y Gómez Palacio.
COMARCA LAGUNERA.- La penetración del “narcomenudeo” como eslabón del narcotráfico, es alarmante. De ahí la importancia para combatirlo de forma coordinada entre los tres niveles de gobierno. “Cuando hay pocas acciones se incumple con la ciudadanía y sólo los gobiernos comprometidos obtienen buenos resultados”, señala Jorge Campos Murillo, ex subprocurador de la Procuraduría General de la República.
La Comarca Lagunera está inmersa en el problema, pero la gran diferencia se observa en las investigaciones, detenciones, cateos e internamientos a la cárcel de los principales distribuidores de droga. Mientras en Torreón las movilizaciones van a la alza, Gómez Palacio y Lerdo se pierden en la simulación.
Cuando las autoridades estatales y municipales omiten su responsabilidad, argumentan que el combate al “narcomenudeo” no es de su competencia, “las leyes constitucionales y penales, además de la Ley General que establece las bases de coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública exige a los tres órdenes de gobierno y la ciudadanía, su coordinación para el combate frontal”, asegura Campos Murillo.
El ejemplo es sencillo. En Torreón existe la coordinación y hay buenos resultados. En Gómez Palacio se registraron casos donde los propios policías están aliados con los vendedores de la droga al menudeo, en llamadas tienditas o “picaderos”. “Finalmente las autoridades se responsabilizan unas a otras”, comenta el también ex procurador de Justicia en el Estado de Durango.
Abundando en la diferencia de resultados, el ex funcionario federal dice: “en los límites precisos de Coahuila y Durango, se puede ver la diferencia cuando hay voluntad política, cuando hay el cuidado suficiente de que se cumplan esas buenas intenciones establecidas en la Ley.
Según Campos Murillo, la clave de los aciertos se observa en Coahuila, donde ya se integró el comité de participación ciudadana formado por notables de la sociedad, que tienen comunicación directa con las autoridades de los tres niveles de gobierno cada diez o 15 días, pidiendo cuentas, para saber qué paso con las denuncias anónimas existentes.
Entrevistado minutos antes de ofrecer una conferencia sobre “Narcomenudeo”, a jóvenes estudian-tes de Derecho en Gómez Palacio, Jorge Campos calificó el fenómeno del “narcomenudeo” como subdivisión del narcotráfico, considerado como un delito propio de la delincuencia organizada.
“Hoy por hoy, el ‘narcomenudeo’ es el problema de la delincuencia más delicado que existe. Han caído personas que no caían antes, que tenían años operando, pero ahora con la organización de las autoridades se dan buenos resultados”.
Cambios de “reina” y “rey”
Desde el 17 de marzo de 2003, en representación de Rafael Macedo de la Concha, el entonces subprocurador de Procedimientos Penales C, Jorge Campos Murillo, dio posesión como delegada de la PGR en el Estado de Coahuila, a María López Urbina.
El arribo de la funcionaria federal mostró un cambio notable en el trabajo para el combate del “narcomenudeo” y los resultados saltan a la vista. Más de 20 acciones oficiales encaminadas a la detención de “puchadores” importantes, disolución de cárteles y aseguramiento de droga.
Por el lado de Durango, el cuatro de abril del presente, Juan Aguilar García fue nombrado delegado estatal de la PGR. Un mes y medio después tuvo un magro fruto con la detención de un “puchador”. Sólo a partir de agosto, (después de otro cambio de comandante de la AFI) empezó a dar mayores resultados, con poco más de 12 acciones en la Comarca Lagunera, durante su gestión.
Según el abogado egresado de la Universidad Juárez del Estado de Durango, Campos Murillo, los aciertos tienen mucho que ver con la disponibilidad de cada Gobernador y el interés de los alcaldes, por combatir el “narcomenudeo” en sus plazas.
Falta de interés
Desde el pasado 16 de mayo de 2003, en El Siglo de Durango, el Gobernador del Estado reconoció los altos niveles de corrupción policíaca en todas las esferas de gobierno. “Hace falta voluntad política para combatir al narcotráfico de manera frontal”, advierte Campos Murillo.
Por su parte, Guerrero Mier aceptó que “es difícil hacer frente al narcotráfico. Pero todavía parece más complicado enfrentar la venta de droga a granel en el Estado de Durango”, argumentando la existencia de esas bien organizadas células y la muy probable relación de complicidad con los agentes de seguridad.
El jefe del Ejecutivo estatal advirtió que la presencia de cárteles de la droga en la Comarca Lagunera no es ocasional. Pero en el plano real poco se hace para afrontar el problema.
“Los agentes de la Procuraduría General de la República son poquitísimos y no dudo que muchos estén invadidos por la cuestión del ‘narco’ ”, señaló en la citada entrevista Guerrero Mier. Su propuesta para la coordinación de sus policías y los municipales no se ha presentado.