21/03/2003
Washington, (EFE).- Arqueólogos e investigadores de la cultura iraquí expresaron hoy su preocupación porque la invasión militar de Estados Unidos y sus aliados podría causar daños a decenas de miles de yacimientos arqueológicos de Irak.
Sin embargo, reconocen que la guerra desatada por Washington para lograr el desarme y derrocamiento del presidente iraquí, Sadam Husein, también podría abrir la oportunidad para la recuperación de las antigüedades robadas y dañadas durante los doce años de vigencia de las sanciones impuestas a Irak por la ONU.
En una carta al presidente de EEUU, George W. Bush; el primer ministro británico, Tony Blair; y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, investigadores e instituciones de Estados Unidos y otros países piden que se eviten riesgos a los tesoros culturales de Irak.
Asimismo, anuncian que están preparados para ayudar a los iraquíes a proteger su antigua riqueza una vez que se haya superado la situación bélica.
Por su parte, el arqueólogo McGuire Gibson, de la Universidad de Chicago (Illinois), afirmó que las medidas adoptadas para minimizar el sufrimiento humano son necesarias, pero que también es importante preservar la herencia cultural mundial, que abunda en Irak y está en peligro a causa de la guerra.
Los comentarios de Gibson, que se publicarán en número del viernes de la revista "Science", señalan que la riqueza arqueológica de Irak "es tremenda" y que sería una tragedia para el mundo si se llega a causar daños a los miles de yacimientos de las antiguas culturas mesopotámicas.
Gibson destacó la riqueza cultural de la antigua Mesopotamia, una región iraquí donde se desarrollaron las civilizaciones acadia, sumeria, babilonia y asiria en el cuarto milenio antes de Cristo.
El investigador afirmó que, junto con otros estudiosos de las regiones iraquíes que constituyen unos verdaderos tesoros históricos, ilustró al Pentágono sobre los sitios que podrían ser vulnerables durante la guerra.
Añadió que los militares estadounidenses que han entrado en Irak saben que el 99 por ciento de las colinas del sur de ese país son lugares de valor histórico incalculable.
Gibson manifestó su esperanza de que, cuando se asiente la situación política en Bagdad, Iraq pueda de nuevo abrir sus puertas a los estudios arqueológicos, ya que calcula que en su territorio existen unos 25.000 lugares de importancia al respecto.