Agencias
BAGDAD, IRAQ.- Rebeldes iraquíes atacaron con misiles o morteros ayer el complejo de la coalición que encabeza Estados Unidos en Bagdad, causando heridas a cuatro personas en el segundo ataque contra el complejo en dos días.
Horas antes, en otro ataque guerrillero, una bomba mató a un soldado estadounidense en Bagdad. Y España, aliada de Washington, anunció que retiraba parte de su personal civil asignado al país, en lo que se interpretó como un nuevo revés a los esfuerzos norteamericanos en Iraq.
Las explosiones, que se escucharon en casi todos los rincones de la capital, fueron sentidas por periodistas, que se hospedan en un hotel frente al complejo, al otro lado del río Tigris.
Un guardia iraquí en el lugar dijo que tres explosiones impactaron el complejo de la coalición liderada por Estados Unidos en Bagdad. Explicó que se trata de uno de los complejos de palacios que tenía el derrocado presidente Saddam Hussein.
El Pentágono dijo que los heridos eran parte de las fuerzas de ocupación, aunque no aclaró si eran militares o civiles.
“Hubo tres explosiones. Cuatro personas de la coalición resultaron heridas. Una fue tratada en el lugar y las otras tres conducidas al 28 Hospital de Apoyo al Combate”, dijo en Washington el teniente coronel del ejército Jim Cassela, portavoz del Pentágono.
Cassela dijo que no se conoció de inmediato si los heridos eran militares o civiles, y agregó que las explosiones ocurrieron dentro del complejo de edificios controlado por Estados Unidos, llamado “Zona Verde”.
La zona incluye la sede del ejército estadounidense y la de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA, por sus siglas inglés), encabezada por Paul Bremer.
“Las explosiones ocurrieron afuera de (...) la CPA. No estaba claro de dónde se lanzaron los ataques, pero sospechamos que fue con morteros o quizás misiles”, indicó Cassela.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña, informó que un soldado británico, identificado como el cabo Ian Plank de 31 años, murió el viernes en Iraq como resultado de fuego hostil, pero no especificó el lugar en el que ocurrió el enfrentamiento.
En la ciudad norteña de Mosul, cinco granadas impulsadas por cohetes fueron disparadas contra un hotel usado por personal militar estadounidense, pero sin causar bajas.
También en Mosul, hombres armados mataron a un segundo juez iraquí en dos días, dijo la policía. El primer asesinato de un juez tuvo lugar en el sur de Iraq.
Mientras tanto, España, uno de los aliados más firmes de Washington en Iraq, está retirando “para consultas” a parte de su personal civil de Bagdad, dijo ayer el presidente del gobierno español, José María Aznar.
Aznar aseguró que no se trataba de una “evacuación” de personal. “Hay que evaluar la situación con ellos y en su caso tomar las decisiones oportunas”, declaró.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de España había dicho antes que el encargado de negocios -el diplomático español de mayor rango en el país- permanecería en Iraq junto a otro diplomático.
Un funcionario de la coalición encabezada por Estados Unidos restó importancia a las versiones de que la decisión de España mostraba que la disposición de los aliados estaba comenzando a resquebrajarse ante los frecuentes ataques.
“España continúa siendo un miembro activo y valioso de la coalición”, dijo el funcionario, que pidió no ser identificado.
Italia, otro fuerte aliado de Estados Unidos y que tiene uno de los mayores contingentes de tropa en Iraq, dijo que no tenía planes para retirar a ninguno de los 150 italianos en el país.
Ataques suicidas golpearon en cuatro ocasiones a Bagdad el 27 de octubre, matando a 35 personas e hiriendo a 230 en tres estaciones de policía y el cuartel general de la Cruz Roja.
El incidente de ayer elevó a 138 el número de soldados estadounidenses muertos por fuego hostil en Iraq desde que el presidente George W. Bush declaró el primero de mayo finalizados los combates en la nación árabe.