La semana que terminó fue rica en polémica, habladurías y despropósitos en el ámbito futbolístico; pareciera que todos los integrantes de la llamada “familia del futbol” se pusieran de acuerdo para echar leña al fuego avivando con ello la hoguera del chismarajo y la descalificación.
La voz cantante la lleva por supuesto la “prensa especializada” quien, a falta de noticias pues el torneo está en receso, recurre al viejo truco de buscar declaraciones sensacionalistas para vender espacios y periódicos; lo malo es que la objetividad, dama frecuentemente vilipendiada, es la primera que sale bailando.
En descargo de estos cazadores de noticias hay que decir que estamos llenos de personajes cuyo peor enemigo es un micrófono y la cantidad de ideas atropelladas que salen por su boca, dándole con ello un festín a la prensa, pues se podría escribir un compendio a la ignorancia y a la carencia de buen juicio.
Obvio es que el blanco preferido de la crítica en este momento es la Selección Nacional, contribuyendo al fenómeno el hecho de que no aparece el buen futbol en una Copa Oro que más bien parece de latón. La pírrica victoria frente a Brasil y el horroroso empate ante Honduras generaron más duda que certeza en el llamado “equipo de todos” y no ayudó la goleada al rústico cuadro jamaicano para esclarecer el panorama.
El primero en hablar es La Volpe y los tropezones del argentino son frecuentes pues quiere “dormir al velador” con frases trilladas y una supuesta apuesta con los jóvenes cuando lo que ha hecho es dejar fuera, por capricho, a indiscutibles del Tri como Cuauhtémoc Blanco, Braulio Luna y Ramón Morales por mencionar algunos.
Otro imprescindible cuando de declaraciones se trata es Hugo Sánchez; el hoy técnico de Pumas ha dicho que el grito de “Hugo, Hugo” coreado por una veintena de villamelones en el Azteca cuando se jugó ante los amazónicos debe constituirse en un “grito de guerra” de la afición mexicana.
Como dicen en el barrio: “chale”, que sea menos mi querido Hugo. Admirado por mí y por millones como futbolista siendo el mejor en la historia de nuestro país, parece que la vanidad obnubila su sentido de la realidad hasta hacerle creer que con su nombre se ganan partidos.
Me parece que mucho ayudaría a la Selección, a Pumas y al propio Hugo una dosis adecuada y urgente de silencio.
Así como los partidos políticos firman acuerdos denominados “pactos de civilidad” yo conmino a todos los involucrados en el balompié a un pacto de cordura. Hasta Alberto de la Torre, generalmente mesurado y conciliador saltó al ruedo y echó su “cuarto a espadas” con declaraciones poco afortunadas.
Las semifinales de la Copa Oro pueden ayudar a distender el ambiente y a hablar de futbol que es lo importante de verdad, pues el Estados Unidos ante Brasil y México frente a Costa Rica pueden darle un baño dorado a esta descolorida edición.
Mientras tanto, ¡cierren el pico!.
En este partido frente a Costa Rica la novedad será la reaparición del capitán de la Selección Nacional, Rafael Márquez, y será un agasajo verlo jugar. Sin temor a equivocarme les puedo decir y probablemente estén ustedes de acuerdo, que sólo hay tres jugadores de alto nivel en el torneo: McBride, Kaká y ahora Rafa. Ojalá que su clase y liderazgo ayuden a México a ganar este torneo que además, está diseñado para que así suceda.