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MÉXICO, DF.- El PRD, en su octavo pleno del Consejo Electoral, reservó 14 lugares en sus listas plurinominales para candidaturas externas -personalidades que no pertenecen al partido-, lo cual significaría un 30 por ciento de los lugares seguros dentro de las listas de cada circunscripción electoral.
Entre ellas destacan dos ex priístas: Socorro Díaz y Manuel Camacho Solís, dos secretarios de Gobierno: Emilio Zebadúa, de Chiapas y José Agustín Ortiz Pinchetti, del Distrito Federal.
Otras personalidades incluidas en esta lista son Zeferino Torreblanca, ex presidente municipal de Acapulco, León Bendesky y Julio Boltvinik, ambos investigadores, Dolores Gutiérrez y Marcela Lagarde, entre otros.
Sin embargo, para lograr obtener esta lista, la cúpula del Partido de la Revolución Democrática (PRD) discutió durante todo el día de hoy, en su consejo nacional, por no encontrar suficiente consenso en los nombres propuestos desde un principio y que fueron puestos sobre la mesa por parte de la presidenta nacional del PRD, Rosario Robles y Ramón Sosamontes, secretario de Alianzas.
Incluso, hubo varios nombres circulando, como el de Jaime Chico Pardo, director de Teléfonos de México (Telmex), de quien se decía que podría ir a una candidatura plurinominal, o el de varios actores como Héctor Bonilla. Pero ninguno fructificó.
Comenzada la reunión del consejo con casi una hora de retraso, dentro de estos jaloneos internos, Nueva Izquierda, corriente interna que tiene el mayor número de consejeros nacionales perredistas -110-, insistía en disminuir esa lista y además, proponer a verdaderos candidatos externos y no a internos disfrazados de personalidades que no pertenecen al partido. Y es que los perredistas rechazaron que fuera gente como Agustín Rodríguez, Rosalbina Garavito o Saúl Escobar como externos.
“No deben satanizarnos por rechazar algunas propuestas de Rosario Robles, pero no queremos que entren porque son internos.
En contraparte, Juan Guerra, cercano a Robles y actual secretario de Acción Electoral del PRD, aseguraba que se estaban priorizando intereses de grupo y no de partido. “El PRD tiene una dinámica hacia fuera y otra dinámica hacia adentro. Hacia fuera es un partido que está creciendo.
Hacia adentro, el problema es que seguimos viendo al PRD como un botín de grupos y como un botín personal”, dijo el perredista.
Y agregó: “Esto es lo único que explica, pero no justifica el criterio de decir no quiero meter externos aunque sean buenos.
Es que no me alcanza para mi grupo, no me alcanza mi cuota.
Entonces este es el contraste en un partido donde se ve como botín de grupos y de intereses personales y el interés que tiene el partido hacia fuera”.
Los dirigentes perredistas hicieron el cálculo de las candidaturas externas a reservar sobre los resultados que obtuvieron en el año 2000, durante las elecciones federales y en el que alcanzaron 42 curules por la vía plurinominal.
De estos 42 espacios, los perredistas consideraron que al menos debían llevar 14 lugares -o sea, poco más de 30 por ciento para candidaturas externas. Y sin embargo, se contaba con al menos una lista de 40 nombres. Por la noche, los perredistas votaron esta lista alrededor de las 23:00 horas.
Lo negativo de aprobar estas candidaturas externas, según explicó Saúl Vicente, uno de los aspirantes a una diputación por la vía plurinominal y perredista, “es que te mandan hasta el décimo lugar de la lista o más abajo y así ya no la haces”. Y es que además de externos, los perredistas deberán cubrir las cuotas que por estatutos deben cumplir: una mujer por cada tres lugares y un joven por cada cinco lugares y un indígena por cada diez lugares en la lista plurinominal.