Reuters
JERUSALÉN.- En medio de un mar de banderas islámicas miles de personas marcharon ayer en el funeral de cuatro militantes de Hamas muertos por Israel, en un ataque que la Autoridad Palestina dijo que era otro intento de “asesinar” el plan de paz para el Oriente Medio.
“Querido Qassam, queremos mártires, más sacrificios”, gritaban activista por los altavoces que dominaban la procesión en la ciudad de Gaza con una llamada al ala armada de Hamas, las Brigadas Izzedine al-Qassam, a vengar el ataque con misiles lanzados por helicópteros el domingo.
Golpeado por la ruptura la semana pasada de la tregua de los radicales en el levantamiento de casi tres años por un estado independiente, el primer ministro reformista palestino, Mahmoud Abbas, enfrenta un nuevo desafío del presidente Yasser Arafat a su autoridad.
Arafat, a quien Estados Unidos ha tratado de dejar de lado mientras impulsa el llamado “mapa de ruta” hacia la paz con Abbas, nombró un nuevo consejero de seguridad nacional en una decisión que probablemente reforzará su control de los servicios de seguridad palestinos.
El presidente norteamericano, George W. Bush, ha respondido a un incremento de las acciones y reacciones violentas últimas con llamamientos a Abbas y a un aliado clave, el ministro de Seguridad Mohammed Dahlan, para que desmantele los grupos militantes como está estipulado en el plan de paz.
Pero la designación de Rajoub, un ex jefe de seguridad de Cisjordania, podría duplicar las responsabilidades de seguridad dentro de la Autoridad Palestina y complicar cualquier acción contra los radicales, dijeron funcionarios palestinos.
Rajoub, sin embargo, dijo que su nombramiento ayudaría a reducir las diferencia entre Arafat y Abbas, un moderado que todavía no ha podido presentar ganancias políticas durante las siete semanas que estuvo vigente la tregua y que teme que una acción enérgica contra los radicales llevaría a una guerra civil.
Tensiones
La Autoridad Palestina acusó a Israel de tratar de “asesinar” al plan de paz respaldado por Estados Unidos, al matar a militantes islámicos con ataques con helicópteros y provocar deseos de venganza.
En el último de esos ataques, Israel mató el domingo a un comandante y otros tres miembros del ala armada del grupo palestino Hamas en la Franja de Gaza, acusando a la Autoridad Palestina de no reprimir a los militantes radicales conforme al plan de paz, conocido como “mapa de ruta”.
“Creo que el gobierno de (el primer ministro Ariel) Sharon planea ‘asesinar’ el mapa de ruta (...) y que algunos extremistas en la administración de Estados Unidos están facilitando esta misión a Israel”, dijo el ministro del gabinete palestino Yasser Abed Rabbo.
El asesinato de Ahmed Shtewe, de 24 años, y otros tres miembros del brazo armado Izz-el-Deen al-Qassam de Hamas siguió a la promesa del comandante del ejército israelí, Moshe Yaalon, de cazar a los militantes islámicos radicales si las fuerzas de seguridad palestina no lo hacían.
Por otro lado, Israel devolvió los cadáveres de dos combatientes de Jezbolá que murieron en el sur del Líbano, en lo que analistas señalan que puede indicar la posibilidad de un intercambio de prisioneros.