15 agosto 2003
Asunción, (EFE).- El presidente cubano, Fidel Castro, dijo en Asunción que seguirá en el poder "hasta que Dios quiera" y señaló que su sucesión es algo no le preocupa mucho, al considerar que ha habido una "generación mucho más preparada" para el relevo.
"Hay nuevas generaciones mucho más preparadas con las que nos encontramos con la revolución y que han demostrado en los hechos", afirmó Castro, antes de asegurar tajantemente que continuará en el poder "hasta que Dios quiera".
Castro, tras una improvisada rueda de prensa con los periodistas después de mantener una reunión de casi tres horas con el nuevo presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, en la víspera de su investidura, destacó los avances de su régimen.
"Encontramos un pueblo con 30 por ciento de analfabetismo y ahora tenemos 800.000 universitarios", precisó Castro, que arremetió con dureza a los organismos multilaterales internacionales y el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) promovido por Estados Unidos.
"El ALCA, así como se plantea, a mi juicio, equivale a la anexión de América Latina a Estados Unidos", enfatizó, al opinar que el surgimiento de gobiernos de corte populista en la región "es una cosa inevitable" por el descreimientos en la clase política dominante.
"Hay que aceptar como una cosa inevitable y (por) la situación que ha estado atravesando en los últimos 40 años, llega una etapa en que la población se encuentra disconforme de las posibilidad de solución de los grandes problemas económicos y sociales, que se alejan cada vez mas", indicó.
Con relación a la reconversión de los programas de ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) a los países en desarrollo, Castro dijo que es como "pedir peras al olmo" y agregó su Cuba no aceptará "ninguna ayuda" de este organismo "ni aunque le ofrezcan".
Castro tampoco se mostró muy optimista con relación al avance de la integración comercial y económica en América Latina, ya que ve a Estados Unidos como "el gran vecino" que hasta ahora se interpone a una unión integral.
"Frente a ese gran vecino que tenemos en el norte observamos los procesos con mucha seriedad (y) deseamos que América Latina, antes que nadie interfiera en su problemas, y con toda la fuerza de su pueblo pueda lidiar con los problemas", indicó.
Con relación a su prolongada charla con Duarte, un abogado y periodista de 46 años que asumirá el poder mañana, en presencia de nueve jefes de Estado de Latinoamericana, Castro dijo que ha hubo una "buena predisposición de cooperar mutuamente".
Castró llegó a Asunción después de cumplir 77 años ayer, miércoles, en La Habana. Esta es su primera visita oficial a un país que durante el régimen anticomunista de Alfredo Stroessner (1954-89) le tuvo como enemigo político.
La llegada de Castro se mantuvo en un secreto absoluto hasta el último momento, por razones de seguridad, y una fuente del nuevo Gobierno dijo que aunque sabían de su venida, las autoridades cubanas pidieron que se mantuviese en reserva.
El líder cubano arribó en horas de la madrugada con una frondosa comitiva que empleo dos aeronaves, además de la otra de gran porte que aterrizó una semana antes para prever los detalles vinculados a su seguridad.