¡Qué mal está dejando la “maistra” a Martha Sahagún de Fox, su amiga, protectora y hasta solapadora! Elba Ester Gordillo es de una incoherencia abrumadora y de un cinismo ya totalmente ineficaz, como se vio en una reciente emisión de “Las Mangas del Chaleco”, esa delicia que inventó el amigo Joaquín para los viernes. Dejarla hablar es la mejor crítica que se le pueda hacer a la ñora.
Elba es constantemente criticada en la prensa escrita porque los periodistas que no pudo cooptar, regalándoles “Mercedes” y otras pequeñeces, saben, sabemos, perfectamente, lo que el PRI, la esposa del presidente, el megamagnate Carlos Slim, Rosario Robles y otros “amigos y amigas” que le llegaron con el puesto de coordinadora en la Cámara de Diputados de la falange prianista de Fox, parecen desconocer: Uno.- Que la mujer es una sinvergüenza que ha explotado siempre a los mentores de este país para llevar una vida de gran lujo a sus costillas, mientras ellos se mueren de hambre. Dos.- Qué está acusada de haber participado en el asesinato de varios maestros que se opusieron a la inicua explotación del SNTE de Jonguitud Barrios y suyo.
En una maniobra transparente, para obtener el apoyo del PRI a las reformas que pretende el Gobierno actual, en obediencia al FMI, Elba Ester fue apapachada por Marta en ceremonia especial ( aquella del lanzamiento de una guía para padres de familia perpetrada por la propia Sahagún y su socio yunque Carlos Abascal, secretario del Trabajo).Y luego fue impulsada al puesto priista desde Los Pinos, pero, para ello tuvo que ser previamente exonerada de las graves acusaciones de miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) gracias a los buenos oficios de su citada protectora y de su marido el presidente Fox, por el general Macedo de la Concha, Procurador de (cierta) Justicia de la Nación.
No fue un juez ni menos una Corte la que le hizo la limpia. Por consiguiente, Gordillo no dejó de ser lo que es y seguirá siendo a menos que una investigación auténtica, seria y profunda, un verdadero proceso, pueda explicar su enriquecimiento inexplicable que por lo pronto adjudica comodamente a una herencia, y por supuesto, pueda probar que no participó en los asesinatos que le imputan cuando estaba con el primer hombre que la elevó al poder, Carlos Jonguitud Barrios. Después vendrían otros de otro tipo... como Carlos Salinas de Gortari. Y hoy la “maistra” pertenece al selecto grupo de mujeres “Coyoacán”, entre las que ella y su protectora, sobresalen entre otras y aspiran a la candidatura-plus del 2006.
HACE 50 AÑOS QUE LAS MEXICANAS TENEMOS DERECHO A VOTAR Y “SER VOTADAS”, mejor dicho de que voten por nosotros (el de ser botadas lo tuvimos siempre), sin embargo las mujeres que se dedican a la política no acaban de conquistar el poder. Y a ese respecto, este aniversario dio pie a toda suerte de celebraciones, pero a pocas reflexiones. Partiendo del hecho de que apenas un 30 por ciento de los puestos públicos está en manos femeninas, las feministas a ultranza, a veces un tanto cuanto despistadas, entre ellas las perredistas, manifiestan su indignación y exigen a su partido un 50-50 de los huesos ya que las mujeres constituimos el 50 por ciento de la población.
¿ Por qué tanto o tan poco? Un 100 por ciento de los puestos deben ser de las mujeres si lo merecen y lo ganan. Un cero por ciento si no hay tal. En el caso, señoras, no es cuestión de cantidad -aunque sí lo sea en materia de contabilizar votos- sino de calidad y la calidad no tiene género.
Esto es lo que debemos propugnar si deseamos algún día acceder a una justa igualdad de oportunidades en todos los campos. Claro, sabemos perfectamente, que desde milenios las mujeres hemos sido objeto de sometimiento, injusticia e “hijez” por parte de los hombres -de algunos hombres no de todos- aunque sí de todos los sistemas de gobierno, religiosos o laicos por igual, salvo en algunas islas de los mares del sur.
El horror de la discriminación sigue en todos los ámbitos, pero eso no debe simplistamente hacernos creer que basta ser mujer para obtener un puesto y que las mujeres vamos a votar por las mujeres sólo porque son nuestras congéneres. Se menciona incluso la posibilidad de un “partido de mujeres” para llevar a las mujeres al poder ¡qué sectarismo tan ingenuo, injusto y... aburrido! HABLEMOS DE CANDIDATAS A LA PRESIDENCIA, atendiendo la invitación al tema de Marta Sahagún de Fox. Empecemos por zanjar el tema de su propia ambición: No ha cometido delito alguno, aunque sí muchos errores, así que está en su derecho de aspirar a permanecer en Los Pinos por otro tipo de méritos que los que ahí la condujeron. ¿Los tiene? Por lo pronto, bajo la aureola presidencial, no es posible ver a la verdadera Marta.
En cuanto a miss Gordillo , por lo dicho más arriba, no puede aspirar a la presidencia ni debería tener su actual puesto, pero como se lo debe a los Fox y su jefe es Madrazo, también pupilo de Salinas, pues hay manga ancha. Otras demagogas priistas invitadas al grupo Coyoacán tienen aspiraciones. ¿Y Rosario Robles? El peso de sus rivales varones, su jefe Cuauhtémoc, que no le cedería la oportunidad, y sobre todo el de Andrés Manuel, cancela sus posibilidades y no porque sea mujer sino simplemente porque son como estadistas muy superiores.
Hay otras grillas, sea dicho sin ofender, para hacer bulto, pero no invitaron aún a la mujer que a mí me parecería la mejor candidata a la presidencia de México. No la conozco. Sólo por haberla oído expresarse en calidad de presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, Canacintra, estoy convencida de su valor. Ninguna otra es tan lógica ni tiene tan buenas y nacionalistas ideas como Yeidckol Polevnsky. Tiene en contra el nombre, si lo sabré yo, pero a lo mejor lo puede simplificar. Si es tiempo de ver una mujer en la presidencia, también como en muchos países, puede ser hora de que llegue al poder gente que tiene un nombre inusual. ¿O miente la Constitución al llamarnos mexicanos? Y.P. sería un verdadero cambio.
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