La práctica de definir unilateralmente la aplicación de los recursos al campo quedó atrás, porque ahora se hace en forma democrática a través de comisiones en que participan los propios productores, dijo el delegado de la Sagarpa, Antenor Torróntegui Manjarrez.
Señaló que en el seno de estos órganos de consulta y dirección que contempla la Ley de Desarrollo Rural Sustentable se garantiza que las acciones encaminadas al desarrollo rural respondan a las necesidades de la población que vive en el campo.
“Uno de los primeros cambios consistió en constituir comisiones para que se hiciera la planeación estratégica y definir las líneas de acciones que son necesarias e importantes para impulsar las actividades agropecuarias”, señaló.
El funcionario federal añadió que en su momento se hicieron talleres de planeación; la Sagarpa dio a conocer cuáles eran los techos financieros y los propios productores hicieron la distribución de los recursos disponibles.
“Esto, agregó, es democratización de las decisiones de qué es lo que más conviene en estos momentos para impulsar los cambios estructurales que requiere el campo”.
Por ejemplo, indicó, en Sanidad Animal, se observó que se estaba avanzando mucho en mejoramiento genético y que la sanidad estaba descuidada; “imposible acceder a los mercados internacionales si no hay condiciones de sanidad adecuadas”.
El Delegado comentó que la sanidad animal ya no es un lujo sino una necesidad que está poniendo el mercado local, nacional y extranjero; a la parte de este cambio en cómo y dónde se distribuye el presupuesto, a como las organizaciones de productores lo consideren pertinente, otro cambio consiste en garantizar que los recursos no tengan una aplicación distinta a sus fines; es decir, que sean manejados con transparencia.
Torróntegui Manjarrez destacó que la Sagarpa tiene el compromiso de apoyar a los productores rurales en su legítimo anhelo de acceder a una mayor calidad de vida y bienestar familiar.
Para lograr lo anterior, indicó, desde que comenzó la presente administración federal se han encauzado acciones para atender seis vertientes fundamentales que son el fortalecimiento económico del sector rural, el impulso a la competitividad agroalimentaria, proporcionar certidumbre y seguridad a los productores, acceso de los productores del campo al financiamiento, bienestar rural y combate a la pobreza.
“Los recursos para el campo en esta administración han sido crecientes, como se aprecia en el presupuesto para el presente año por cerca de 41 mil 782 millones de pesos que significan un incremento del 60 por ciento respecto del presupuesto ejercido en el año 2000.
Venta directa
Los comerciantes del Mercado de Abastos El Refugio están comprando el melón directamente a los productores de Tlahualilo a 40 centavos el kilogramo, para venderlo a 2.0 ó 2.50 pesos al público.
El dirigente de esta agrupación, José Luis Chávez Gómez, reconoció que en este año hubo una sobreproducción que provocó el desplome el precio. Recordó que el año pasado compraron a 80 centavos el kilogramo.
Dijo que el propósito es comprar productos directamente del campo, como lo hacen en la cosecha del frijol y proyectan negociar con una platanera para traer este producto a mejores precios.
Cambios en el campo
Desde el 2000 se han estado impulsando acciones para lograr una mayor calidad de vida y bienestar familiar entre los habitantes del medio rural.
-Procampo ha dejado de ser un instrumento de subsidio para convertirse en un mecanismo para estimular la capitalización de las unidades de producción.
-Se ha fortalecido la organización económica de los productores a través de las cadenas productivas.
-Los productores de granos y oleaginosas tienen la certeza de los ingresos que van a recibir en los próximos cinco años.
-Hay mayores oportunidades de acceso al financiamiento.
-Se ha logrado una mayor derrama de recursos hacia los productores de menores ingresos.
Fuente: Delegación de Sagarpa.