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MÉXICO, DF.- El presidente Vicente Fox llamó a los mexicanos a “amarrarse el cinturón” con el aporte de los impuestos que propone para el 2004, y afirmó que la justicia será expresada en el gasto público orientado a metas sociales en apoyo de los más pobres.
Si la reforma fiscal que envió al Congreso no pasa, “nos vamos a quedar en las mismas”, dijo el Presidente de la República en su programa sabatino de radio.
“Yo sé que a nadie le gusta que hablemos de impuestos, sin embargo, yo tengo que hablar de ellos porque soy responsable”, dijo en un mensaje en el que mencionó programas de salud que deben ser financiados con recursos fiscales.
La responsabilidad me lleva a proponer una Reforma Fiscal para los pobres, expresó.
La propuesta de fijar un Impuesto al Valor Agregado (IVA) general, que incluye todos los alimentos y medicinas, insistió Fox, se elaboró “pensando en las familias pobres para poder ampliar el seguro popular”, por ejemplo.
Acompañado por un subsecretario del sector Salud y el director de uno de los institutos de especialidades, el presidente Fox dijo que sin la reforma “seguiremos padeciendo muertes innecesarias, porque no tenemos el tomógrafo en algunos lugares; porque no tenemos el acelerador lineal en otros sitios; porque no tenemos la especialidad de neurología o neurocirugía distribuida por todo el país; porque no tenemos la capacidad de atender los trasplantes que salvan vidas”.
Aclaró que diversos avances en materia médica se tienen en el país porque se han rescindido apoyos del sector privado.
Y preguntó: “qué es mejor? ¿Quedarnos con los brazos cruzados? ¿Discutir si el IVA es favorable o desfavorable, si nos va a costar o si se nos hace difícil el tener que pagarlo?”. A cambio del esfuerzo que supone un pago del IVA en alimentos y medicinas, como propuso al Congreso, puede ampliarse el acceso a las universidades y a los sistemas de salud a la población marginada.
Becas, escuelas, caminos, comunicaciones, hospitales y unidades de especialidades estarían disponibles para quienes ahora tienen las más grandes desventajas.
Expuso que la justicia no se hace en los impuestos, siempre imperfectos. A nadie nos gustan los impuestos, dijo. Son desiguales y nunca van a ser totalmente equitativos. “No es allí donde podemos hacer justicia, el bien común, sino en el egreso fiscal, en el presupuesto y la orientación que se le dé”.