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MEXICO, D.F.- Vencer el miedo es una de las principales tareas de las mujeres en cuanto a cáncer de mama se trata, esto porque deben obtener la mejor y más oportuna información científica sobre este problema de salud pública.
Los especialistas dicen que el número de casos del mal en México creció en 50 por ciento durante la última década, mientras que los esfuerzos en detección temprana del padecimiento están obteniendo resultados positivos.
Actualmente, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social y del Hospital ABC, se ha comprobado que de cada diez casos que llegan a consulta, seis se encuentran en las fases iniciales del tumor, lo cual posibilita su adecuado tratamiento y reduce los riesgos de mortandad.
La doctora Dolores Gallardo, subdirectora de Educación para la Salud del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), dice que “es muy alentador saber que las mexicanas están tomando mayor conciencia de este riesgo y deciden vencer tabúes como realizarse la autoexploración y acudir al ginecólogo”.
“Debemos luchar por reducir esas nueve muertes diarias por cáncer mamario”, dice la especialista.
Las etapas del padecimiento van del cero al cuatro, y entre más avanzada es la etapa, mayores son los tumores o la extensión del cáncer. Y es importante la detección del cáncer mamario que debe realizar un médico, que puede ser el ginecólogo o un oncólogo directamente.
Para lograr la identificación hay tres opciones: autoexploración mamaria, examen mamario y mamografía.
Autoexploración mamaria
Es un examen que debe hacerse con regularidad, el cual permite a la mujer familiarizarse con la apariencia normal y la constitución de sus mamas. Facilita descubrir cualquier cambio.
Las transformaciones que se pueden detectar son bultos o engrosamiento de la mama o debajo del brazo, en la piel de la mama, hoyos pequeños o manchas rojizas, en o alrededor del pezón, secreción, inversión, escamas, engrosamiento o manchas o en el tamaño o forma.
Examen mamario
El médico realiza un tacto parecido a la autoexploración mamaria y, en caso de que considere que existe algún riesgo, solicitará, sin duda, un mamograma, el cual debe realizarse, por lo menos, una vez cada tres años a partir de los 35.
Mamografía
Este procedimiento utiliza los rayos X para observar las estructuras internas de la mama. Se emplea para investigar las causas de cambios en el seno, o para detectar bultos demasiado pequeños para ser detectados con el tacto. Se recomienda que las mujeres mayores de 40 años la realicen una vez al año.
No hay que olvidar que en casos de cáncer de mama, las posibilidades de curación tienen directa relación con el tamaño de la enfermedad. Es decir, que los tumores más pequeños son los que más posibilidades de curación tienen.
El más común es el carcinoma ductal, que comienza en los conductos secretores de la mama. Otro es el carcinoma lobulillar, que se da en los lóbulos donde se produce la leche.
En el caso de los tumores de mama, es importante ver si la enfermedad ha invadido el tejido mamario adyacente al tumor.