Víctima de malos manejos y abusos de poder, la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), padece ahora las consecuencias de esta herencia indeseada, en medio de la cual destacan cuatro puntos sumamente riesgosos:
Uno: La Narro trabaja soportando un déficit de más de 50 millones de pesos, debido a la mala administración de autoridades anteriores.
Dos: La nómina sobrecargada obliga a la rectoría a implementar acciones como el retiro voluntario, pues mucha gente contratada en tiempos de bonanza, hoy se encuentra prácticamente sin trabajo, pero el contrato colectivo de trabajo impide su reubicación, además el sindicato se opone.
Tres: Los dos sindicatos existentes en la universidad –académicos y administrativos--, exigen a la actual rectoría el esclarecimiento y castigo a los responsables de la desaparición de los 18 millones de pesos que formaban parte del fondo del retiro y que arbitrariamente fueron depositados en una cuenta de la Unión de Crédito Rural que al poco tiempo quebró.
Cuatro: A pesar de los problemas económicos, la Narro sigue sosteniendo a más de cien “aviadores”, gente que trabaja dos horas, pero que cobra tiempo completo, políticos que sólo acuden al plantel cada quincena y otros que increíblemente imparten clases en dos instituciones al mismo tiempo.
FUENTE: Sindicato de Académicos