Un país con personas estudiadas es fácil de gobernar, pero difícil de esclavizar.
Nuestra idiosincrasia, aunada al atavismo que aún impera en el país, nos hace merecedores de recuerdos, memorias y sentimientos, cuando de mitotes y conmemoraciones se trata, tenemos a nivel mundial el primer país en festejos y días inhábiles (puentes) y además somos dueños de una herencia testamentaria que sobrepasa el mismo surrealismo, somos la brutalidad misma en el amor sólo por un día y representamos a los bárbaros con disfraz alegórico, con un dualismo de opiniones encontradas, quejándonos y hasta maldiciendo la improductividad y sin embargo nos encantan las fiestas y, en las sombras de nuestra conciencia so pretexto para descansar nos aprovechamos de esos “puentes” sin remordimiento. En México es menester que cada quién tenga su día, las madres, los albañiles, los niños, la iglesia y sus santos, nuestros héroes y sus batallas épicas, que no pasan de ser sólo eso, un festejo más en su día.
Quiero hacer, lejos de su día (15 de mayo) un reconocimiento a los profesores ¡ACLARANDO! a los verdaderos pilares de la educación en México, no a los líderes charros y aviadores o abrepuertas de la SEP y el SNTE, tampoco aquellos que aún dicen: “La SEP hace como que me paga y yo hago como que trabajo”; a esa lastre NO va dirigido el artículo.
Sin duda es poco lo que en educación se ha avanzado desde aquel 1907 cuando el ínclito y probo maestro Justo Sierra pidió al generalísimo Porfirio Díaz que le concediera abrir otras escuelas y universidades en el país y el entonces presidente sólo se concretó a decir: “No me le abra la jaula (puerta) a los tigres”. Parece ser que cada gobernante en turno toma como suya esa sentencia.
El sistema educativo ha vivido en el desdén los más de 70 años que duró la monarquía constitucional, hasta los tres años de la actual transición democrática y cuyos apaños y carencias siempre las paga el magisterio. Ser profesor rural en nuestro país, es visto por el status profesional como la marginación de todas las carreras y, qué decir de los egresados de las universidades privadas que ven a este gremio por arriba del hombro y sólo el 15 de mayo es recordado, más por ser un día sin clases que por lo que se piensa y por los verdaderos preceptos del profesor.
El profesor de México está en amplia desventaja ante el reto que representa llevar la luz de los conocimientos a los escolapios, desventaja con el tiempo, porque es poco lo que el alumno está en la escuela, desventaja ante la televisión y los juegos electrónicos que como chantaje se les dice “inteligentes” y con un miserable peso el niño pasa una eternidad frente a una caja con una polifonía enajenante, desventaja ante los padres complacientes que para que no dé lata su “peque” es mejor que esté entretenido en otra cosa, so pretexto del ajetreo de la cotidiana vida, desventaja en los programas impuestos, que cada secretario al comenzar el sexenio se fusila, renta o compra de otros países, desventaja en el sueldo que por décadas ha sido muy bajo, desventaja ante su sindicato liderado por viles gamberros que les preocupa más su posición de flojos, ocupar puestos y temor al gis, que el beneficio de sus seudocompañeros y miembros del SNTE.
Poco puede importarles a los verdaderos profesores que sea el 7.5 por ciento del producto interno bruto lo que destine el gobierno para educación y que el profesor reciba un 5.5 por ciento directo al salario en su día y que se anuncie con bombo, panderos y clarinetes, si de entrada, golpe y porrazo el SNTE les quita el uno por ciento de cuotas sindicales.
El más del siete por ciento que anuncia FOX se destinará para la educación es mucho, eso es cierto, pero lo que Fox y Reyes Tamez, (secretario de la SEP) ignoran y si saben, se hacen que les habla la Virgen, es que la mayor parte, casi un cinco por ciento, se queda atorado en el gran e inútil aparato o mascota del gobierno llamada burocracia, por lo que a los verdaderos profesores de gis y pizarrón sólo un escuálido remanente les llega. Es verdad la educación en el país deja más preguntas que respuestas, su evaluación amafiada, la carrera (de obstáculos) magisterial, el Acuerdo Nacional que se hizo en la cúpula y en lo oscurito, el feo manipuleo de los préstamos y el servicio que presta el ISSSTE, aunado al fraude diario de las viviendas que se da a esta clase tan soslayada y desprotegida como lo es el magisterio nacional.
Ver para creer, me mostraba el año pasado el talón de cheque un profesor bilingüe, Mauro Kan Che, de Campeche y es de $2.369 menos sus respectivos descuentos y sin préstamo del ISSSTE queda en $1,845 por quincena. Las comparaciones son odiosas hasta con el vecino, pero si el sueldo lo comparamos con los más de $80,000 que gana un diputado, lo que hace el profesor guardando las debidas proporciones y escuchando cantar nuestro himno nacional en la lengua zapoteca del benemérito Benito Juárez, pues el profesor Kan Che no merece ese sueldo.
Hay profesores que estorban en la educación y creo que son pocos, sin embargo los que más luchan cada día de clases por llevar la luz a las cabecitas duras de nuestros hijos, esos que se pierden en las sierras, en los desiertos, en nuestras selvas, que toman tres autobuses o de “raid”, en pleno verano y con el sol a plomo o en invierno para ir a su centro de trabajo, esos son los verdaderos y pocos héroes anónimos.
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