TORREÓN, COAH.- El escenario para los estados cambió. Hoy tienen que explotar sus ventajas competitivas para atraer inversión, y competir no sólo con las demás Entidades Federativas, sino con alguna otra región en el globo, y así ofrecer más empleos y mejores niveles de bienestar.
Es la globalización, que más que una corriente se convierte en un fenómeno con el que hay que vivir, acostumbrarse y saber aprovechar.
La hipercompetencia se encuentra aquí en La Laguna. Las grandes inversiones internacionales se pueden realizar en Coahuila, Durango, Chiapas, o bien cualquier otra región del mundo, en China, Corea, Perú, Ámsterdam, Turquía; los estados en su papel tienen que luchar por ellas, porque sino se van.
Ante este contexto global, Coahuila y Durango, los dos estados en los que se circunscribe la Región Lagunera comienzan a prepararse.
Ignacio Diego Muñoz, secretario de Planeación y Desarrollo de Estado de Coahuila reconoce que México ha perdido competitividad debido a la ausencia de reformas, de un sistema financiero, al aumento de los salarios por encima de la inflación y no en base a la productividad. Sin embargo, los Estados con sus regiones deben enfrentar la competencia y buscar alternativas para ser más competitivos.
Jorge Andrade Cansino, secretario de Desarrollo Económico del Estado de Durango señala que a este panorama se tienen que incluir dos factores más: el terrorismo y la amenaza latente de guerra, ?definitivamente esos dos puntos mantienen amarradas las condiciones para que fluya la inversión?.
Sin embargo, una vez definidos esos dos problemas, Andrade Cansino precisa que será la incursión China al comercio internacional y el redimensionamiento político de la Unión Económica Europea, los dos ingredientes que se adhieren al contexto internacional y para lo que será necesario prepararse.
El Modelo de Competitividad Sistémica
?La globalización y la apertura han transformado por completo al ámbito económico y los negocios, bajo las reglas de un nuevo juego: la hipercompetencia global en el mercado local. Es así como una región requiere de una nueva estrategia de desarrollo a través de un enfoque de competitividad sistémica?, señala René Villarreal Arrambide, director presidente del Centro de Capital Intelectual y Competitividad.
Bajo esta tesis, Villarreal Arrambide inició desde hace dos años un estudio económico denominado Coahuila Competitivo 2020 impulsado por el Gobierno del Estado y con el apoyo de la Secretaría de Economía. El objetivo fundamental de este trabajo ?que se encuentra ya plasmado en un libro- es identificar los polos de desarrollo de Coahuila, las áreas de oportunidad para así reconocer los clusters o cadenas de valor con las que cuenta cada región.
Ignacio Diego Muñoz, secretario de Planeación y Desarrollo del Estado de Coahuila en la presentación del trabajo precisa que El Programa Regional de Competitividad Sistémica: Coahuila 2020, tiene como propósito no sólo definir la estrategia sino plantear las líneas de acción para elevar las capacidades competitivas de las empresas y enfrentar la gran competencia global en las próximas dos décadas.
El programa se realizó de un extenso análisis de vocación competitiva en cada uno de sus polos regionales y clusters, desde dos perspectivas: macroindustrial y microempresarial.
En Coahuila se definen cuatro polos de desarrollo y ocho clusters: La Laguna y su sector textil y de la confección, lácteo y de muebles; Sureste, con sus ramas automotriz y de construcción; Centro-carbonífero, con el cluster de carbón y siderúrgico-metalmecánico; y el Fronterizo con el cluster de la maquila de exportación.
Además de identificar los polos y sus clusters el programa de Competitividad 2020, también dicta estrategias y planes concretos a realizar con el objetivo de elevar la competitividad del estado.
Durango tras el 2020
Después de la experiencia en Coahuila y sobre la cual tiene sus bases el proyecto ?Gran Visión 2020 Comarca Lagunera? que nació por la inquietud de los empresarios laguneros, actualmente el estado de Durango ya trabaja en un proyecto similar.
Andrade Cansino señala que ya desde el 2000 se venía trabajando en estudios similares, sin embargo, a propuesta de la red productiva de La Laguna de Durango comenzamos a trabajar sobre un estudio semejante, dirigido por el Centro de Capital Intelectual y Competitividad que dirige el doctor en economía Villarreal Arrambide.
?A la fecha va muy avanzado, ya iniciamos la segunda reunión de enfoque, donde estuvieron como invitados catorce empresarios de la industria textil de la región, y donde se aportaron muchas propuestas para La Laguna de Durango. Esperamos concluir en marzo y para finales de abril ya estaremos presentando el estudio sobre Durango?.
El entrevistado explica que el concepto de competitividad sistémica detectará las áreas de oportunidad que se visualizan más allá de los polos de desarrollo urbanístico, aunque reconoce que éstos últimos mantienen un peso especifico para el impulso de los proyectos.
El promotor económico de Durango expone que como polos urbanísticos se encuentran La Laguna de Durango; el centro del estado, Santiago Papasquiaro, Guadalupe Victoria, el Salto y Vicente Guerrero. Como polos de desarrollo que no necesariamente constituyen regiones urbanísticas se encuentra la Región Ganadera, la Comarca Lagunera, la Región Serrana.
Como cluster identificó a la industria del mueble, al sector textil maquiladora, la industria minera y de minerales no metálicos como el mármol y desde luego el sector agroindustrial.
El polo lagunero
Los factores de Competitividad Sistémica que determinan que La Laguna es un polo de desarrollo regional son ocho: su capital empresarial, laboral, organizacional, logístico, intelectual, comercial, institucional y gubernamental, y social.
Según los estudios del economista René Villarreal, estos ocho puntos son los que se tienen que evaluar en una región para determinar su potencial como polo de desarrollo. Según el resultado en el libro Coahuila Competitivo 2020, sólo el capital logístico es el que puede observarse satisfactorio, mientras que los capitales laboral, empresarial, comercial y el institucional se pueden considerar como focos de alerta para que se mejoren sus capacidades en estos rubros. Los niveles más bajos corresponden a los capitales organizacional, intelectual y gubernamental.
En la Región Lagunera de Coahuila se ubican tres clusters: el textil, el lácteo y el del mueble, los tres con diferentes escenarios, sin embargo en los tres se necesitan mayores apoyos financieros y mayor integración.
La conformación de estos estudios constituye un desafío para las autoridades de Coahuila y Durango, sin embargo la definición es muy clara, es necesario mejorar los niveles de bienestar y satisfacer las necesidades de empleo, para esto se requiere fortalecer la condición competitiva tanto en términos de infraestructura, educación, vivienda y salud tanto en la Región Lagunera como en los dos estados, de lo contrario se corre el riesgo de quedar fuera del mapa global para direccionar las inversiones.