Los médicos dicen que la hipertensión es la enfermedad más fácil de diagnosticar, basta con medir las cifras de presión arterial con un aparato llamado esfingomanómetro. Pero, muchos de quienes la padecen no lo saben, ni siquiera cuando es para ellos una amenaza mortal.
Según los especialistas, tener la presión alta es malo para las arterias del cuerpo, que poco a poco van dañándose, hasta terminar por cerrarse o por romperse.
Y es que, agregan, en el hipertenso aumenta el tamaño y el trabajo del corazón, por lo que puede llegar a fallar. El riñón sufre también las consecuencias del mal, y entre los pacientes hipertensos se produce insuficiencia renal con más frecuencia que entre los nomotensos.
En las personas hipertensas se producen con mayor frecuencia infartos de miocardio, accidentes, insuficiencia renal y otros problemas que pueden producir invalidez e incluso la muerte del paciente. Además, corren más riesgo de sufrir crisis cardiacas e ictus (apoplejías) cerebrales. Asimismo, aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades cardiacas, de los vasos sanguíneos, renales y cerebrales.
CON CUIDADO
Un diagnóstico y tratamiento precoz del paciente hipertenso es imperativo y constituye la mejor forma de reducir la alta tasa de muertes de causa cardiovascular que se producen en
Existen alternvas para tratar la tesión alta, tales como llevar una dieta baja en grasas y sal, reducir el peso excesivo, realizar ejercicio físico de manera regular, aprender a controlar el estrés, dejar de fumar y moderar o suprimir el consumo de alcohol.
Si estos cambios no ayudan, en un lapso de 3 a 6 meses, la enfermedad puede tratarse con medicación. Una de las alternativas que han demostrado su efectividad al reducir las complicaciones cardiovasculares, además de controlar los niveles de presión sanguínea es el biconcor (bisoprosol), debido a que se trata de un fármaco que combina dosis fijas con un beta bloqueador y un diurético. El medicamento de Merck no presenta efectos colaterales, en cambio sí disminuye los niveles de esta enfermedad.
Pero nadie debe olvidar que la única forma de conocer su situación es mediante la medición de la presión en una forma periódica. Así que si usted sospecha de hipertensión, acuda al médico para que le realice un diagnóstico y determine el tratamiento a seguir.