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México, DF.- Las lluvias de esta temporada no sólo han ocasionado inundaciones y caída de árboles, sino que su intensidad ha dado lugar a récords históricos y debates entre climatólogos y meteorólogos sobre la fuerza extraordinaria y persistencia de las tormentas.
Recientemente, la Comisión Nacional del Agua (CNA) informó que las lluvias registradas en el Distrito Federal entre el primero y el 23 de junio alcanzaron los 237.3 milímetros, lo que constituyó un récord histórico, pues la marca anterior era de apenas 132.7 milímetros.
La situación también se hace evidente sobre en el norte del país, en cuya región las lluvias son por lo general escasas, pero cuando llueve, las precipitaciones son de manera extraordinaria, el titular del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, Ernesto Jáuregui Ostos.
Por el contrario, precisó, en el centro del país, la "variabilidad se calcula en alrededor del 20 por ciento", margen considerado pequeño, pero no casual, pues esa fue justamente una de las razones por las que durante siglos se produjo la concentración poblacional, precisamente por el menor margen de variabilidad en cuanto a la presencia de lluvias de acuerdo a la temporalidad.
Ante la extrañeza que causa tal aseveración, el científico explicó que las denominadas "islas de calor", es decir las áreas urbanizadas, la rugosidad del suelo erizado de construcciones, "generan una turbulencia mecánica que despliega energía y ayuda a desarrollar posteriormente las nubes protegidas que entran a la ciudad".
Otros factores son la eventual presencia de una burbuja de aire tibio, energía que también se genera en la "isla de calor" como parte del calentamiento urbano y por último existe la posibilidad de que "la ciudad cree núcleos de condensación y congelación", añadió.
Respecto a la influencia de ciclones tropicales en la intensidad de las lluvias, Jáuregui Ostos manifestó que se trata de "otra escala, otra dimensión, aunque también forma parte de los mecanismos que pueden intensificar las precipitaciones e incluso desembocar en el monzón mexicano y traer las lluvias al noroeste del país", a los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, entre otros.
Mientras para unos la intensidad de las lluvias no es nada extraordinario e incluso son prácticamente normales, otros consideran como factor fundamental para la formación de enormes nubes la urbanización característica de las grandes ciudades.
De acuerdo con el meteorólogo Jaime Albarrán "la diferencia es que en ésta ocasión las lluvias son más persistentes, pero no son eventos fuera de serie, ni tampoco están potenciados por algún tipo de cambio climático".