FORT WORTH, EE.UU. (AP) .- Un hombre que mató a golpes a su madre de 79 años de edad, le cortó el pecho y el abdomen, y devoró parte de su corazón, fue condenado a 30 años de cárcel en esta ciudad del estado de Texas.
Joey Cala, de 41 años, se había declarado culpable el lunes de asesinar en el 2001 a su madre, Lydia Cala, una maestra jubilada que trabajaba como voluntaria para una iglesia.
Según la hermana de Cala, el matricida quería el dinero de su progenitora. Pero no hay evidencias de que Lydia Cala haya dejado una suma importante de dinero. La mujer vivía en una modesta vivienda.
Robert Ford, abogado de Cala, proyectaba una defensa basada en motivos de insania, pero finalmente llegó a un acuerdo con la fiscalía que evitó al asesino la cadena perpetua.
El juez George Gallagher dictó el miércoles el veredicto condenando a Cala a 30 años de cárcel. Cala podrá solicitar la libertad bajo palabra dentro de 15 años.
Un médico forense determinó que Cala mató a su madre a golpes, le abrió el pecho y el abdomen con un instrumento cortante, y luego le extrajo algunos órganos.
La policía halló a Cala parado cerca de los restos de su madre, en el dormitorio de la vivienda que compartían en los suburbios de Hurst. Un agente vió que Cala estaba comiendo lo que parecía ser un órgano, indicó la policía.
Cuando la policía lo sorprendió, Cala dijo que él adoraba al diablo y que con su presencia habían interrumpido su sacrificio.