Reuters
BOSNIA, SERBIA Y MONTENEGRO.- Unos 15,000 bosnios se reunieron ayer para enterrar a 282 musulmanes, hombres y muchachos, muertos en la masacre de Srebrenica hace ocho años en la peor atrocidad ocurrida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Por vez primera, una delegación gubernamental bosnia asistió a la ceremonia religiosa para recordar el suceso en un campo del este de Bosnia, cerca donde soldados serbios separaron a mujeres y hombres, masacrando a estos últimos.
“He venido aquí porque creo que es mi deber moral”, dijo el primer ministro serbio-bosnio Dragan Mikerevic, en declaraciones que serán bien acogidas por los funcionarios occidentales que buscan que se produzca una reconciliación en el país todavía dividido étnicamente.
Las mujeres lloraron cuando los ataúdes, envueltos con tejido verde tradicional islámico, fueron descendidos a las sepulturas recién abiertas junto a las de otras 600 víctimas sepultadas en marzo. El lugar es ahora el mayor cementerio de los musulmanes muertos en la guerra de 1992-95.
“Déjenme ver mi rayo de luz por última vez”, lloraba la madre de Safet Salihovic cuando sus familiares evitaban que se cayera en la sepultura de su hijo antes de que quedase tapado por la tierra. Quedó enterrado junto al cadáver de su primo.
En julio de 1995, las fuerzas serbio-bosnias capturaron la ciudad de mayoría musulmana que había sido declarada un “área segura” por las Naciones Unidos, y procedieron a matar hasta 8,000 musulmanes. Hasta ahora, un millar de víctimas han sido identificadas gracias a análisis del DNA.