TORREÓN, COAH.- Como un homenaje a las mujeres en su día, esta noche se presentará el monólogo El Retorno de Electra en el Teatro Isauro Martínez, a las 19:00 horas.
La actriz Patricia Marrero es la intérprete de esta pieza teatral, dirigida por el dramaturgo lagunero Rogelio Luévano, texto basado en la poesía de Enriqueta Ochoa.
Esta actividad es presentada por el Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult), en coordinación con la Universidad Iberoamericana (UIA) Torreón. La entrada es libre.
El Retorno de Electra es una pieza para un acto, para una actriz y muchas voces. En el monólogo, el personaje dialoga con sus propias voces: Ésas que murmuran, discuten, se entremezclan y contradicen en cualquier cabeza.
Al estilo de la tragedia griega, esas voces son el coro que conoce el pensamiento del héroe, el sentir del pueblo, el saber de los ancianos, el mensaje de los muertos.
Basada en la poética de Enriqueta Ochoa, la obra parte del ombligo mismo de la tragedia: el padre, la muerte, el destino, y se dirige a un viaje sin final conocido: el futuro.
Con las primeras luces, se ve a una mujer sola en una estación. Viene de una muerte, espera un tren que no sabe a dónde va. En ese tren ha puesto su esperanza, su liberación depende de abordarlo; en ese viaje está la cura. La verdadera travesía ocurre adentro, sin traslados, y su tiempo es relativo. El mundo real puede quedarse en el mismo sitio, aguardando el retorno.
A lo largo de aproximadamente 80 minutos, con un coro que interpreta el tema Desierto y Valle, un personaje femenino habla con la fortaleza de quien ha recorrido lugares solitarios de agua, de aire, de polvo, de nostalgia, de frío, de desencanto y de dolor vital para encontrarse a sí misma, en retorno de Electra.
Ahora sólo espera, en una estación de la vida, el tren que la lleve a encontrarse con el destino, con la leyenda personal que todos deben cumplir, como la mejor manera de entender la existencia y asumirla, a pesar de todo aquello que en algún momento desvía de ese buen camino para llevar por la senda de los tropiezos, de los que algunos nunca se levantan, mientras otros resurgen fortalecidos.