BAGDAD (AP) .- El presidente de Iraq, Saddam Hussein, acusó a los inspectores de armas de las Naciones Unidas de realizar "labores de inteligencia" en lugar de buscar armas de destrucción masiva, que su gobierno niega poseer.
"Ellos vinieron a recolectar nombres de científicos iraquíes y a formular preguntas irrelevantes e investigar en guarniciones militares y otras cosas. Todo, o la mayor parte de ello, es pura labor de inteligencia", dijo Saddam en un discurso por televisión en celebración del día del ejército.
De acuerdo a una resolución del Consejo de Seguridad aprobada en noviembre, los inspectores de armas deben establecer si Irak posee todavía armas químicas, biológicas o nucleares, o los medios para producirlas. Irak ha negado que posee esas armas, pero Estados Unidos y Gran Bretaña han acusado al régimen de Bagdad de tener arsenales ocultos.
El presidente de Estados Unidos George W. Bush y otros funcionarios norteamericanos han amenazado con atacar a Irak y derrocar a Saddam si no elimina todas sus armas de destrucción masiva, tal como lo requieren las resoluciones de las Naciones Unidas adoptadas luego de la invasión iraquí a Kuwait en 1990.
En su discurso, Saddam acusó a Estados Unidos de intentar forzar a los inspectores de armas a ir más allá de sus atribuciones. El presidente iraquí mencionó por ejemplo los esfuerzos de Estados Unidos para que los inspectores interroguen a científicos sobre el programa de armas de su régimen.
Se ignora si las acusaciones de Saddam harán que los funcionarios iraquíes cesen de cooperar con los inspectores de armas. En 1998, un previo programa de inspecciones concluyó cuando Irak acusó a los inspectores de espiar para las potencias occidentales.
Las acusaciones contra los nuevos inspectores se producen menos de 24 horas después de que Bagdad denunciara la retención ayer por los expertos, durante seis horas, del embajador iraquí ante la ONU, Mohamed Aduri, dentro de una fábrica sospechosa en un barrio de la capital iraquí, donde se encontraba de visita.
Pese a esa protesta y lo beligerante de la alocución de Sadam Husein, el régimen de Bagdad parece esperar aún la hora de romper las cartas del juego y hoy permitió que los inspectores continuaran su labor y visitaran sin problemas varias instalaciones que podrían almacenar armas de destrucción masiva, incluida la sede de la Organización Nuclear iraquí, a unos 20 kilómetros al sur de Bagdad