AP
TEXAS, EU.-El presidente norteamericano George W. Bush advirtió que Hussein “no ha escuchado el mensaje”. Ayer, Bush reconoció que no ha decidido si atacará Iraq, pero sugirió que el costo económico de una guerra para desarmar a Hussein era preferible al riesgo de una agresión iraquí posterior.
“Cualquier ataque de Saddam Hussein o de algún subordinado de Saddam Hussein paralizaría nuestra economía”, dijo Bush en Texas, ante una pregunta de la prensa, sobre si su gobierno estaba listo para erogar entre 50.0000 y 60.000 millones de dólares para enfrentar al líder iraquí.
Mientras tanto, centenares de niños iraquíes, encabezados por una actriz, marcharon por las calles de Bagdad en la víspera del Año Nuevo y corearon consignas contra una eventual guerra en este país.
Los niños liberaron numerosas palomas blancas y algunos gritaron a coro: “Abajo Estados Unidos, enemigo de la paz”.
Otros iraquíes y pacifistas estadounidenses y europeos participaron en protestas contra la guerra, mientras Estados Unidos y Gran Bretaña insistían en que el Saddam Hussein pruebe que no posee armas de destrucción masiva si quiere evitar un ataque.
Para los inspectores de la ONU que buscan armas prohibidas, la víspera del Año Nuevo transcurrió sin complicaciones: Visitaron siete instalaciones, incluida una planta que fabrica misiles de corto alcance y un centro de investigaciones médicas.
Iraq invitó al jefe de los inspectores, Hans Blix, para que realice una visita en las próximas semanas, y confió en que las dudas pendientes sobre las armas letales del país puedan ser resueltas pronto.
Una carta a Blix, de parte de Amir al-Saadi, el jefe del contacto iraquí con los inspectores, manifestó confianza en que las reuniones puedan “revisar los aspectos de la cooperación entre nosotros durante el periodo pasado y las perspectivas para mejorar dicha cooperación en los meses por venir”.
También ayer, el canciller Naji Sabri se quejó ante las Naciones Unidas sobre un ataque aéreo realizado la semana anterior por Estados Unidos, que según Iraq mató a tres personas y dejó heridas a 16.
Estados Unidos anunció que aviones suyos y de Gran Bretaña atacaron de nuevo el lunes las instalaciones antiaéreas de Iraq, después que un caza de este país del Golfo Pérsico ingresó en la zona de prohibición a los vuelos, en el sur.