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BAGDAD, IRAQ.-Armados con ametralladoras y granadas impulsadas por cohetes, numerosos agentes policiales fueron emplazados ayer en torno a instalaciones clave del oeste de Bagdad, en la primera práctica importante de defensa bélica observada aquí.
El presidente Saddam Hussein ordenó a todos los iraquíes que caven una trinchera para protegerse durante un eventual conflicto, y reafirmó su intención de no destruir los misiles Al-Samoud dos.
Dos aviones franceses Mirage de reconocimiento volaron por primera vez sobre Iraq ayer para respaldar las inspecciones de los expertos de las Naciones Unidas, dijo la cancillería iraquí. Tres aviones norteamericanos U-2 han realizado misiones similares.
Un vehículo abierto, estacionado en una calle del centro, tenía montada una batería antiaérea.
Agentes vestidos con uniformes verdes y boinas negras patrullaban los alrededores de la Cancillería con fusiles automáticos colgados al hombro.
Una hilera de sacos de arena fue erigida en una de las principales calles de Bagdad y dos policías camuflados vigilaban un minarete de una mezquita del centro.
Entretanto, Saddam se reunió con los gobernadores de las 18 provincias de Iraq y les dio como mensaje para sus ciudadanos que “deben abrir trincheras en sus jardines”, dijo la agencia oficial noticiosa iraquí.
“Digan a todos los ciudadanos que se protejan en esas trincheras durante los ataques aéreos, de modo que incluso si cae una bomba en su casa, que Dios no lo quiera, la profundidad de la trinchera los proteja”, dijo Saddam según la agencia.
A su vez, los gobernadores dijeron al presidente que habían completado los preparativos “para hacer frente a los invasores” con “grupos de clérigos y tribeños para combatirlos y unidades comando para capturar helicópteros”.
Saddam desestimó la idea de exiliarse para evitar una guerra amenazada por Estados Unidos y Gran Bretaña.
También indicó que no incendiará los pozos petroleros ni destruirá las represas si hay una invasión a Iraq. Durante la Guerra del Golfo Pérsico de 1991, antes de ser desplazadas de Kuwait, las fuerzas iraquíes invasoras incendiaron cientos de pozos petroleros kuwaitíes. Los incendios, que causaron un desastre ecológico, tardaron meses en ser sofocados.
“Iraq no quema su riqueza ni destruye sus represas”, dijo Saddam en la entrevista filmada el lunes en Bagdad.