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MÉXICO, DF.- El ex canciller Jorge Castañeda tuvo que salir prácticamente corriendo del auditorio de la Escuela Superior de Física y Matemáticas, del Instituto Politécnico Nacional, en medio de irritados jóvenes que le gritaban: “¡Mentiroso!”, “¡Cobarde!”, “¡Eres un vendepatrias!”.
Por tal motivo tuvo que refugiarse por más de una hora en la dirección de esa escuela hasta que las autoridades del plantel organizaron una valla que le permitió salir, entre empujones y nuevos insultos, hasta el estacionamiento donde un coche lo esperaba.
Castañeda acudió a esa escuela a participar en un diálogo con jóvenes y profesores politécnicos, en el que pretendía exponer sus “ideas del cambio”, y propuestas sobre cómo aprovechar los recursos económicos de la reserva petrolera para abatir rezagos en materia de educación, salud, seguridad y combate a la pobreza.
Sin embargo, el retraso de casi una hora con el que llegó el ex secretario de Relaciones Exteriores hasta las instalaciones del Politécnico en Zacatenco, provocó que desde antes de su llegada los colaboradores de Castañeda se enfrentaran con los académicos y estudiantes.
Uno de ellos, Roberto Cruz -asistente del ex funcionario-, se acercó amenazante al maestro Rolando Brito y le pidió que dejara de incitar a los jóvenes y que permitiera la exposición académica de Jorge Castañeda, ya que al final de la conferencia el ex canciller permitiría un espacio de preguntas y diálogo.
La respuesta del maestro de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica fue tajante: “A nosotros no nos engañan, este no es un foro académico, lo que quiere es hacer campaña política. El es un traidor a la Patria y candidato a la Presidencia; que tenga un poco de respeto por nosotros y la institución”.
Cruz lo interrumpió y le pidió que durante la conferencia “no provoque a los jóvenes, no vaya a lanzar insultos ni interpelaciones, no lo vamos a hacer como en otras universidades; si usted quiere preguntar lo puede hacer, puede preguntarle hasta de Adela (Micha)”.
El profesor, quien ya estaba molesto, le respondió: “La vida privada de Jorge Castañeda no le interesa a México, si es serio vamos a discutir cuestiones académicas”.
Fue en ese momento que entre abucheos y gritos de “¡Fuera!, ¡Fuera!” y “¡Castañeda, aquí no eres bienvenido!” que el ex canciller llegó al auditorio.
En tanto, los jóvenes lanzaban: “¡Que nos diga por cuánto nos quiere vender! ¿Para qué lo dejamos que hable? El ya se manifestó en el poder y es malo. ¡Vámonos!”.
Mientras el director de la escuela, Rubén Mares, lo presentaba, entre los jóvenes se repartían trípticos de la trayectoria académica de Castañeda en la que se resaltan sus estudios de licenciatura en la Universidad de Princeton y su doctorado en la Universidad de París.
Castañeda se encontraba sonriente en la sala guinda ubicada al frente de los jóvenes, pero la risa fue profunda cuando le gritaron: “¿Qué haces aquí, Osama?”; y así, con esa sonrisa, empezó con sus propuestas para aprovechar los recursos que se generan con la explotación del petróleo, que —decía— pueden ser aprovechados para la inversión de Pemex, incluyendo la venta de la reserva petrolera, “porque tenerla ahí guardada no nos beneficia en nada”.