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I. Radiografía Urbana| El precio del desarrollo

Por Arturo González González

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(Primera de tres partes)

COMARCA LAGUNERA.- A decir de las autoridades municipales, los daños patrimoniales, la venta y abuso en el consumo de estupefacientes y las agresiones físicas, son los principales problemas que padece la ciudadanía lagunera en la zona conurbada.

El crecimiento que experimentan Torreón, Gómez Palacio y Lerdo no da tregua a los gobiernos; la expansión de la mancha urbana agudiza la marginación de amplios sectores sociales y en consecuencia, un incremento en los niveles de inseguridad que sufren las personas.

Es el precio que paga la región por su desarrollo económico y aumento poblacional.

Robos, “principal problema en Torreón”

Los principales problemas de inseguridad en Torreón se concentran en los robos:

-Robos a casa-habitación 35%

-Robo de accesorio s de vehículos 30%

-Robos a negocio 20%

-Robos a vehículos 10%

Fuente: DSMP Torreón

Para el director de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) de Torreón, Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, los principales problemas de inseguridad en Torreón se centran en los robos a casa habitación y en los de accesorios. Ambos representan el 65 por ciento de la totalidad de los robos. Como motivo, señala que el primero necesita varias condiciones para ser considerado como agravado y que el segundo no es un delito grave.

Las zonas de la ciudad en donde se presentan más actos como los anteriores son, por una parte, el primer cuadro y por el otro, el suroriente de la ciudad, el cual es el más densamente poblado de la mancha urbana y donde más pobreza existe.

Acerca de las colonias en las cuales se presenta el mayor número de agresiones físicas, por riñas o asaltos, el funcionario argumenta que se debe a una fuerte tendencia hacia la drogadicción, al alcoholismo y a una “total falta de atención familiar”. Ante esto, considera que “urge intervención inmediata de los familiares con diferentes programas que los alejen del alcohol y las drogas”.

Pero, no es todo. A decir de Gutiérrez Pesquera, es necesario “ejercer todo el peso de la Ley, porque si esas personas que roban, lesionan y matan, sienten que hay impunidad, podremos enfrentarnos día a día a una problemática mayor”.

Un polvorín al oriente de la ciudad

Al igual que la DSPM, el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de la Comarca Lagunera de Coahuila, Francisco de Urrutia y Gómez, visualiza los delitos patrimoniales como el principal problema de inseguridad. Pero, a su ver, es más complejo.

Anteriormente, los robos a casa-habitación se daban en mayor medida a las zonas residenciales, hoy ha crecido el índice en las colonias populares. “Esto se debe a que cada vez es más difícil que el ‘malandro’ entre en las casas de los ricos porque cuentan con mayor seguridad, en cambio, en las casas de interés social no se encuentran con tantos obstáculos... ahora se da el robo entre los propios vecinos”, declara.

Pero la situación de los ilícitos patrimoniales abarca otros aspectos. “El 75 u 80 por ciento de los delitos son cometidos bajo la influencia del alcohol o de las drogas”, explica. Y cita como ejemplo el robo de accesorios, ya que, argumenta, los que los cometen, cambian los estéreos por droga y luego bajo los efectos de ésta o porque la requieren vuelven a robar “y así sigue el círculo”.

Y aquí entra el problema del “narcomenudeo”, el cual considera que es serio y que ha venido en aumento. La interpretación del fenómeno la encuentra en que esta región siempre ha sido un lugar de paso de estupefacientes; a los que la trasportaban aquí les pagaban anteriormente en efectivo, hoy lo hacen con la misma droga. Por lo que, comienzan a venderla en la Comarca a precios muy bajos para obtener dinero de inmediato y empieza a crearse una oferta y, posteriormente, una demanda.

En relación a si en La Laguna opera delincuencia organizada, el presidente del Consejo de Seguridad Pública, expresa que no, “los que delinquen, es gente esporádica y ni son tantos”. Explica que si existen 50 robos a casas no quiere decir que haya 50 ladrones, sino que unos cuantos cometieron los atracos. “Entonces, si son tan pocos, ¿por qué no agarramos a esos señores y los encerramos?”, se cuestiona.

Pero ¿el “narcomenudeo” no es una estructura delictiva?

—Sí, pero no está identificada— responde.

Frente a esto, el presidente del consejo visualiza un fenómeno peculiar: “hace unos cinco años, colonias como la Francisco Villa, con 25 años de antigüedad, presentaban graves problemas por pandillas, era siempre la primera en eso. Ahora, ha cedido su lugar a otras más nuevas como Las Dalias o Las Julietas ¿por qué? Porque la población de “La Pancho” ha ido creciendo, los chavos que se juntaban a delinquir se han cambiado a otros barrios a formar sus familias, otros ya están en la cárcel, entonces son ahora las colonias con diez ó 15 años de antigüedad las que presentan los problemas”.

Y advierte que la región sur oriente de la mancha urbana se encuentra en un riesgo importante de convertirse, al cabo de unos cinco o diez años, con serios problemas de inseguridad. “Los que hoy son niños, si mañana no encuentran trabajo y no hay alternativas de distracción sanas, entonces, van a andar en la calle y van a empezar las pandillas”.

Hoy por hoy, en Torreón existen cerca de 30 pandillas consideradas como peligrosas.

El consumo de alcohol y el “clandestinaje” para Francisco de Urrutia es una circunstancia muy compleja. Por una parte, reconoce el derecho de todos los ciudadanos a comprar y beber, pero, por otra, sabe que las bebidas embriagantes están relacionadas con la comisión de actos delictivos. “¿Qué hacemos ante eso?” se pregunta.

“Narcomenudeo”, penetración creciente

Los ilícitos del fuero federal son competencia de la Procuraduría General de la República (PGR). María López Urbina, delegada de dicha dependencia en Coahuila, informa que los delitos que ocurren con mayor frecuencia son, por orden de importancia: los que atentan contra la salud (incluye tráfico de estupefacientes); los violatorios de la Ley de Armas de Fuego y Explosivos; los ataques a las vías de comunicación; y los delitos fiscales.

Sobre los puntos de la ciudad de Torreón en donde más se presentan, la funcionaria se niega a hablar argumentando que se trata de información confidencial.

No obstante, del fenómeno creciente del “narcomenudeo” expresa: “los vendedores se la pasan 25 horas al día pensando en dónde vender... se han metido a las discotecas, a los bares, a los table dance, en la calle, hasta afuera de las escuelas”. Y asegura que el negocio con las adicciones alcanza a todos los estratos sociales: “ya no se fijan si son pobres o ricos, se meten a las colonias más elegantes como a las más humildes”.

¿Existe en La Laguna delincuencia organizada?

—Bueno, no se ha detectado, pero no lo podemos descartar... a lo mejor. Coahuila tiene una característica de la que todos nos hemos percatado: las dos fronteras más tranquilas (Piedras Negras y Ciudad Acuña). Pero, no hay que descartar que tenemos ese acceso a Estados Unidos y no podemos soslayar alguna situación como los aseguramientos de paso.

Y afirma que en los últimos tres meses, la Delegación coahuilense ha llevado a cabo cuatro incineraciones de cargamentos de droga.

Las Dalias, "bomba de tiempo"
Ubicada en el sector sur oriente de la ciudad de Torreón, a veinte años de su formación, Las Dalias presenta serios problemas de inseguridad pública.

Una vecina de la calle Campanilla, declara: “después de las diez ya nos da miedo salir a la calle porque todos los fines de semana hay pleitos entre pandillas”.

Según comenta, la noche del sábado 28 de junio, un señor que se encontraba sentado fuera de su casa “tomando el fresco”, fue herido por una bala que se escapó de la pistola de uno de los jóvenes rijosos que estaban enfrascados en una campal.

Cuatro días después, el miércoles tres de julio, la graduación de los niños de la primaria se vio interrumpida por otra riña, poniendo en alto riesgo a los infantes graduandos.La entrevistada menciona que los protagonistas de las campales son dos bandas contrapuestas de la colonia. “Son muchachillos de 15 y 17 años, son vagos y siempre traen pistolas”.

De acuerdo a lo que cuenta, una lideresa del PRI de nombre Estela protege a esos jóvenes en su casa cuando la policía llega.

Una mujer que habita por la calle del Moro, reitera lo dicho anteriormente y se muestra muy molesta por el desempeño de las autoridades actuales. “No hacen nada, es lo mismo que antes, no ejercen su autoridad, pasan las patrullas pero agarran a los que nada tienen que ver, para taparle el ojo al macho”.

Según las propias palabras de la interlocutora, “los atrapan nomás para quitarles dinero, luego los sueltan”.

Más adelante la mujer agrega: “los patrulleros saben quiénes son los que se ‘pelan’ pero se hacen tontos”.

Los mismo opina respecto a la venta de droga en la colonia: “todos sabemos dónde se vende, hasta ellos (los agentes), pero no hacen nada porque es su “Gallinita de los huevos de oro”, hemos visto que los policías hasta de mano se saludan con ellos”.

Por último, comenta que hasta el momento no se ha presentado aumento en los robos ni asaltos, pero advierte que “van a llegar, empiezan peleándose entre ellos, drogándose, luego vienen los robos y después los asesinatos... no, si esto es una bomba de tiempo”.

 

Alcohol a todas horas en Gómez Palacio

Faltas administrativas más comunes en Gómez Palacio:

- Escándalo por estado de ebriedad. -Beber en vía pública. - Alteración del orden público. -Consumo de estupefacientes en vía pública. -Riña bajo influjo etílico.

FUENTE: DMSP de Gómez Palacio.

Arturo López Aguilera, titular de la Dirección Municipal de Seguridad Pública (DMSP) de Gómez Palacio, asegura que en comparación a las cifras del año pasado, hasta ahora han presentado un “diez por ciento a la baja en todos los índices, tomando en cuenta faltas administrativas y delitos del fuero común”. Lo anterior lo atribuye a una “mayor eficiencia de los cuerpos policíacos”.

Según informa, las faltas administrativas que se cometen con mayor frecuencia son las relacionadas con el alcohol u otro enervante.

En lo que respecta a las consignaciones al Ministerio Público, Arturo López Aguilera manifiesta que se concentran en su mayoría en las agresiones físicas, las cuales también están muy ligadas al consumo de bebidas embriagantes y estupefacientes.

El funcionario reconoce que el problema del consumo del alcohol es el principal del municipio. “Después de éste vienen todos los demás”, dice.

De acuerdo a las estadísticas, el 52 por ciento de los consignados por delito del fuero común presentan algún estado de ebriedad o de alteración por otro agente al momento de la detención. Mientras que los beodos puestos a disposición por delitos federales representan la mitad del total y si a éstos se les suman los que actúan drogados, la cifra se dispara hasta el 83 por ciento. “Esto quiere decir que la mayoría de los que delinquen no están en sus cinco sentidos”, explica Arturo López Aguilera.

Por otra parte, los del fin de semana (sábado y domingo) son los días preferidos para cometer ilícitos o faltas administrativas: casi el 40 por ciento se concentran en estas 48 horas de la semana, las predilectas para emborracharse también.

Es importante recordar que en este municipio no existe horario restringido para la venta de sustancias etílicas, por lo que, tranquilamente, a todas horas, están al alcance de todos. No obstante, frente a la relación falta/delito-alcohol, el funcionario argumenta: “yo lo atribuyo a que en esta región está muy arraigada la cultura de la caguama... cuando la gente sale de trabajar, lo primero que hace es ir a comprar unas cuántas y a darle y los que no trabajan, es lo que hacen, beber o drogarse”. Más adelante reconoce que lo anterior puede tener su origen en “la falta de alternativas y espacios dedicados al esparcimiento y la convivencia”.

A diferencia de Torreón y de Lerdo, los robos no representan parte importante del problema de inseguridad en Gómez Palacio, a decir del titular de la DMSP. Según él, un promedio de diez de estos ilícitos se presentan al mes.

En lo que respecta a las pandillas, Arturo López asegura que en Gómez Palacio han sido desarticuladas todas. “No hay una sola en activo... puede haber grupúsculos que se junten a beber, pero no se les puede llamar pandillas”.

Sobre el narcomenudeo, opina que se trata de un problema a nivel nacional que no es exclusivo del municipio gomezpalatino. Acepta que la drogadicción es quizá el segundo en importancia en Gómez Palacio. En torno a la responsabilidad de la DMSP, expresa: “a nosotros nos corresponde la detención en flagrancia y hemos dado algunos golpes importantes en los últimos días, esto gracias al aumento en la vigilancia en las colonias”.

Chapala, Vivir en la violencia

Los rumores se hacen gritos. Los andadores seis, 18, 23 y 24 se ubican entre los más conflictivos del conjunto habitacional proletario Fidel Velásquez, conocido como Chapala, en Gómez Palacio.


En esta “mini ciudad”, donde viven cerca de 25 mil habitantes, la violencia es cosa de todos los días.
Hace unos cuantos meses un policía fue asesinado. La droga circula por los andadores. Los vecinos señalan con miedo y desde el anonimato las “tienditas” donde se expenden, así como la presunta complicidad de los agentes policíacos.


En el andador 23, una señora denuncia: “muy cerca de mi casa siempre se juntan unos chavos, se drogan y toman... pero ahora, ya entraron en mi casa y me robaron como tres mil pesos en cosas”.

Dice que varias veces le ha informado a la policía, pero “nunca los agarran, hay gente que los esconde”.
Señala que, incluso, “ya hasta los patrulleros se hartan de tanto que llamamos”.
Varias de sus vecinas han sufrido las mimas situaciones y aunque asegura que han interpuesto denuncias en la Subprocuraduría de Justicia, éstas nunca han procedido.
Comúnmente se presentan pleitos en el lugar, motivados por el consumo del alcohol y los estupefacientes. “Hace poco, los pelados golpearon a dos muchachos así nada más sin ninguna razón”.
Cerca del andador seis, la situación es más difícil. Hace algunas semanas, a través de este medio de comunicación, habitantes de ese sector denunciaron la venta de estupefacientes en un local del lugar. El hostigamiento y las amenazas no han cesado desde hace tiempo.


Uno de los denunciantes, informó en días pasados que ya no lo dejan en paz, “ni a mí ni a mi familia”. Por lo que decidió acudir a la Subprocuraduría a interponer una querella en contra de quienes, dice, lo han amenazado y agredido.

Creciente delincuencia en Lerdo

El rostro de la inseguridad en Lerdo

El consumo de drogas, el narcomenudeo, el clandestinaje, riñas, robos y asaltos.

Por su parte, el titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Lerdo, Rosalío Herrera Núñez, reconoce que en las últimas semanas, el índice de asaltos ha aumentado “de manera alarmante, sobre todo en la zona centro y el área comercial”.

De enero a mayo de este año se han presentado 76 robos a casa-habitación, es decir, uno cada dos días aproximadamente.

Entre otros focos rojos de la inseguridad, señala el consumo de drogas y el “narcomenudeo” así como el clandestinaje. “A mayor vicio”, afirma, “más trabajo tenemos nosotros, desde luego, ahí nace gran parte del delito, de las agresiones”.

Las remisiones de rijosos y ebrios escandalosos llegan casi a 500 en los primeros cinco meses del año. Las colonias más conflictivas las ubica en la periferia, donde hay mayor marginación: Francisco Villa norte y sur, Cerro de la Cruz, Simón Zamora, Emiliano Zapata, Lucio Cabañas y Las Brisas, entre otras.

Como causas del incremento de la delincuencia en la ciudad, el director interino apunta “la falta de empleo y de cultura”.

Además, considera necesario que se reintegre el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, ya que, “en la medida en que participe más la ciudadanía, podremos encontrar mejores respuestas... en la actualidad se deja toda la responsabilidad a la Dirección”. Reconoce que, por el momento, “los elementos y las herramientas son insuficientes”.

Tres ciudades distintas, un mismo problema, diferentes circunstancias. La ciudadanía se siente rehén de esta inseguridad y, ante esto, cabe la pregunta ¿acaso las autoridades se están viendo rebasadas?

San Isidro, marginada

Todavía hace un año, las constantes riñas campales mantenían en la zozobra a los habitantes de la colonia lerdense San Isidro. Hoy, los problemas de este tipo han disminuido pero otros se han venido presentando.

Además de la marginación y a consecuencia de ella, los habitantes de este antiguo barrio, sufren las repercusiones de la inseguridad.

“Sí pasan las patrullas pero agarran a los que no deben” comenta preocupada una lugareña, quien además asegura que “cada vez que sucede ya no haya uno dónde esconderse porque se meten hasta las casas, se brincan las bardas”.

La patrullas hacen sus rondines “muy de vez en cuando”. La presencia de armas de fuego es frecuente en las peleas.
Según dice la entrevistada, el problema de la drogadicción sigue en aumento. “Antes había puros marihuanos, ahora ya son ‘cocos’ (consumidores de cocaína)”. Aunque no señala un lugar específico, manifiesta que sí se vende esa droga en la colonia. “Es que la policía no les hace nada”, afirma.
Acerca de los robos, expresa que, aunque no es cosa de todos los días, “sí se ha oído de varios por ahí”. Incluso, de su propio hogar han sido extraídos algunos artículos, el más reciente, una bicicleta.

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