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LONDRES, INGLATERRA.- El líder de los 70 millones de anglicanos del mundo convocó ayer a los clérigos de mayor rango de su iglesia a una cumbre de emergencia en el otoño boreal, para discutir el impacto del nombramiento de un obispo homosexual en Estados Unidos.
El Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, enviará invitaciones formales la semana próxima a los primados, entre estos arzobispos y líderes religiosos de 38 “provincias”, para que asistan a una reunión en Londres a mediados de octubre, indicó la oficina de Williams en una declaración.
La declaración dijo que los efectos de los “recientes acontecimientos” en una convención episcopal de Estados Unidos “se sentían en toda la comunión anglicana y hay necesidad de que los primados los examinen”.
“Estoy seguro que la ansiedad causada por los acontecimientos recientes ha llegado a un punto en el que tendremos que analizar las consecuencias”, señaló Williams.
La convención estadounidense nombró la semana pasada a Gene Robinson, una sacerdote abiertamente homosexual, como obispo de New Hampshire. Líderes de otras regiones anglicanas, especialmente en países en desarrollo, se opusieron enérgicamente a la decisión, al igual que los conservadores en los Estados Unidos.
Williams apoya personalmente el nombramiento de sacerdotes homosexuales, pero a la vez teme un cisma en su iglesia. El mes pasado persuadió a un religioso homosexual de Gran Bretaña a que retirara su candidatura a un puesto de obispo.