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MÉXICO, DF.- De extracción teatral, figura de la cinematografía nacional y con un destacado desempeño en telenovelas, Ignacio López Tarso aseveró que él se hizo actor para estar en la escena e interpretar a los grandes personajes del teatro universal, los cuales le han otorgado la libertad de esculpirlos con creatividad.
Entrevistado durante las grabaciones de la nueva telenovela en que participa, De Pocas, Pocas Pulgas, en las instalaciones de Televisa San Ángel, López Tarso afirmó que su tiempo está supeditado a la televisión por varios meses aún, ya que todavía le quedan muchos capítulos por grabar.
López Tarso caracteriza a Don Julián, un hombre recto de porte formal, abuelo de Danilo, interpretado por el niño Santiago Miraben y un elenco integrado por Sergio Corona, María Victoria, Arleth Terán, Maribel Fernández y Gerardo Murguía, entre otros.
Sin falsa modestia, el primer actor reconoció que si alguno de los noveles actores le pidiera algún consejo sobre actuación, se lo daría con mucho gusto, si en algo puede servir su opinión, pero aseveró no suelen hacerlo.
Sostuvo que se divierte mucho en las grabaciones de la telenovela, a pesar de las largas jornadas de trabajo, las cuales a veces son pesadas cuando tienen que ir a locaciones y luego regresar al foro.
Luego de dos meses de grabaciones y con cerca de 110 capítulos realizados, que le permite a la producción tener cierta ventaja de lo grabado con respecto a lo que se está transmitiendo, López Tarso aseguró que existen algunas escenas difíciles, pero en lo general está a gusto en la producción.
De los chicos que forman el cuadro actoral, el primer actor mencionó el entusiasmo que mantienen en la producción, ya que son niños disciplinados, estudiosos y creativos, sin complicaciones.
Tras seis años de ausencia en la pantalla grande, el actor comentó que al momento no ha tenido un ofrecimiento bueno para hacer cine, y aun cuando no se considera un maestro de la actuación, destaca que los más de 50 años de experiencia en cine, teatro y televisión avalan su trayectoria.
Por otra parte, López Tarso se dijo también satisfecho por recibir, junto con Carmen Montejo, un reconocimiento especial de la Agrupación de Críticos y Periodistas Teatrales (ACPT) por su trabajo dramatizado de Cartas de Amor.
Comentó que con este espectáculo viajó hace unos días al Teatro Esperanza Iris en Villahermosa, Tabasco, un estado que le gusta mucho y posiblemente se presentarán en unas semanas más en Mazatlán, Sinaloa, si sus grabaciones se lo permiten.
Aseguró que la falta de tiempo lo ha orillado a dejar algunas de sus actividades, como la presidencia de la Fundación Seki Sano -que promueve la enseñanza, disciplina y mística de este director japonés-, la cual ha tenido que dejar a cargo de la investigadora teatral Michiko Tanaka, precursora del concepto.
Aclaró que sin haber sido discípulo de la técnica de Seki Sano, trabajó en dos obras bajo su dirección, por lo que se considera su alumno.
Considerado uno de los mejores actores de teatro, López Tarso asegura que aun cuando le fascina este género, reconoce también la importancia que en su carrera han tenido el cine y la televisión, sobre todo esta última, que llega a un mayor público, por lo cual lo conoce más gente.
Actualmente, dijo, la televisión tiene más poder de penetración que el cine, sobre todo en México donde la situación cinematográfica sigue instalada en una etapa difícil y con poco material fílmico.
Aunque se han hecho dos o tres películas destacables en festivales y un amplio sector de público ha acudido a las salas, la producción sigue siendo muy pobre, apuntó.
En la opinión del histrión el apoyo económico prometido para la industria cinematográfica es suministrado a cuenta gotas, pues el peso de más que pagaría el público en taquilla no ha llegado todavía a manos de los productores.
Recordó que en la Época de Oro del cine mexicano, donde destacaron figuras como Pedro Armendáriz, María Félix, Dolores del Río, Emilio "El Indio” Fernández y Gabriel Figueroa, entre otros, los productores recibían cuantiosos anticipos de todas partes del mundo y antes de terminar la película ya tenían el costo y la ganancia en la bolsa.
Aclaró que él no pertenece a esa época, a pesar de haber trabajado con todos ellos, pero en otro momento, donde la economía ya no era la misma del período brillante de la cinematografía mexicana, donde realmente había mucho dinero. Mencionó que la actividad teatral ha experimentado similares problemas, toda vez que este espectáculo depende mucho de la situación económica, la inseguridad en las calles y la inestabilidad política.
"El teatro se ha convertido en un espectáculo de fin de semana exclusivamente, con una cartelera atractiva de tres o cuatro días de funciones, que ha resentido varias crisis con bastante dignidad, pero que continua vigente", aseguró el artista.
Opinó que actualmente hay una cartelera interesante, aunque con un predomino del teatro superficial, de simple diversión, que no implica pensar ni se inquieta por nada, donde simplemente se acude a reír, "si ese es el objetivo de muchos empresarios y actores, pues entonces cumple con una labor social, pero el teatro debe ir más allá".
Ignacio López Tarso adelantó que tiene pensado montar, en el primer momento que pueda, una obra del Siglo de Oro español, pues su interés está centrado en el teatro, aunque sin abandonar su participación en cine y televisión, espacios que le interesan muchísimo también.