El País
Nueva York, EU.- Estados Unidos sigue acusando a Irán de intentar fabricar armas nucleares pese a que un reciente informe de la agencia atómica de la ONU dice todo lo contrario. El subsecretario de Estado, John Bolton, una de las voces más conservadoras del gobierno estadounidense, no ha quedado satisfecho con las recientes revelaciones de Teherán sobre su programa nuclear y piensa que los responsables iraníes siguen ocultando datos. Las conclusiones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) “son imposibles de creer”, afirmó Bolton el pasado miércoles.
Hecho público a principios de esta semana, el análisis del organismo de la ONU asegura que Irán fabricó en secreto pequeñas cantidades de uranio enriquecido y plutonio pero no intentó usarlas con fines militares. El informe denuncia la política de ocultación del régimen de Teherán durante las dos últimas décadas pero considera su últimas declaraciones como una voluntad de apertura. Washington no lo interpreta así.
“Los esfuerzos secretos de los iraníes por adquirir una considerable capacidad nuclear sólo tienen sentido en el marco de un programa para crear armas nucleares”, declaró Bolton, el máximo responsable de la política de no proliferación del gobierno del presidente George W.Bush. Si Irán se comprometer a informar de todas sus actividades en el futuro, “supondrá un serio avance hacia su integración en la sociedad civilizada”, dijo Bolton; si por el contrario sigue “mintiendo a la OIEA, la comunidad internacional deberá tomar medidas”.
El subsecretario no indicó sin embargo que Washington tuviera previsto trasladar estas inquietudes al Consejo de Seguridad. La Junta de Gobernadores de la agencia atómica se reunirá la próxima semana para responder oficialmente a Teherán. Aunque el informe menciona faltas importantes, la mayoría de los gobernadores no es favorable a imponer sancciones, ni llevar el asunto ante el Consejo. Estados Unidos, pese a su retórica agresiva, tampoco parece muy dispuesto a provocar otra crisis en la ONU. El pasado lunes, Irán también confirmó su intención de firmar el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que autoriza controles reforzados, y anunció la suspensión de sus actividades de enriquecimiento de uranio.