TORREÓN, COAH.- Víctimas de la ciudad “erotizada” en que vivimos, muchos muchachos que viven en un nuevo modelo familiar, deciden erróneamente su futuro... es el problema de sexualidad en niños y jóvenes que la llamada sociedad moderna se niega atender.
Este tipo de comentarios son comunes en las pláticas que se imparten dentro del “Programa de Educación Sexual para Docentes de Educación Básica, en el Instituto Estatal de Capacitación y Actualización Magisterial (IECAM), a cargo de Norma Ofelia Pinto González.
Como consecuencia del descuido e irresponsabilidad paternal, muchos jóvenes, en su gran mayoría del sexo femenino, llevarán una vida poco envidiable, unas convertidas en mamás a sus 12, 13, 14 ó 15 años, otros, llevando siempre en su mente el momento en que fueron atacados sexualmente, sostienen los expositores.
Pinto González aclaró que el problema de sexualidad no es solamente de embarazos prematuros, en las primarias y secundarias hay alumnos con problemas de lesbianismo y homosexualidad, pero exhiben la imagen de la sociedad actual, niños que son hijos de padres divorciados, madres solteras, padres que trabajan, donde la minoría vive con una familia integrada.
En el IECAM, añadió, se imparten cursos y paneles sobre la educación sexual que debe ser impartida en jardines de niños, primarias y secundarias y se cuenta con la participación de padres de familia, psicólogos, profesores y sacerdotes.
Uno de los puntos más tristes, pero reales que se analiza, es el cuidado del menor, pues en el caso de la pareja que trabaja, el alumno sale de la escuela y no encuentra a los padres, queda al cuidado de familiares o amigos de sus progenitores.
Este tipo de acciones alcanza un nivel de preocupación mayor, cuando panelistas como Sergio Hernández Saucedo, aseguran que durante el 2002 todos los casos de violación de menores registrados en Coahuila, se dieron en el seno familiar. Padres, tíos, padrastros, abuelos y otros familiares que atacaron sexualmente al niño.
La familia moderna hace a un lado la estabilidad y armonía interna y es común que el niño o la joven no pueden dialogar con sus progenitores porque éstos están cansados de haber trabajado durante el día o bien, no tienen con quién tratar sus problemas, añadió.
Pinto González narró el caso ocurrido en una escuela secundaria local, donde una niña con problemas de lesbianismo le dijo a una compañera que se quitaría la vida si no le hacía caso. La menor fue golpeada por sus padres, quienes hasta ese momento se dieron cuenta de la situación que por mucho tiempo se negaban a ver.
La propuesta del grupo preocupado por el problema de la sexualidad, es adoptar medidas preventi-vas y no correctivas, pues nada se gana con decirle a una niña embarazada lo que no debía hacer, sostiene la Coordinadora del IECAM.