Ann Arbor (EEUU), (EFE).- La Universidad de Michigan (UM) reanudará el mes próximo su controvertido curso de literatura sociológica "Cómo ser homosexual", que ha sobrevivido a las críticas y a un intento legislativo por suprimir su financiación.
El curso, denunciado por los defensores de la heterosexualidad, está a cargo del profesor David M. Halperin, y lleva el subtítulo de "Homosexualidad masculina e iniciación" y plantea cuestiones sobre la homosexualidad como preferencia innata o conducta adquirida.
El presidente de la Asociación Estadounidense de la Familia en Michigan, Gary Glenn, sostiene que Halperin y la UM "perpetran un fraude contra los estudiantes y los contribuyentes, con propaganda sobre los así llamados estudios culturales y la libertad académica".
"Lo que hacen, en realidad, es la promoción de 'estudios de maricas' a costa de quienes pagan impuestos", dijo Glenn, quien reanudó la semana pasada su cruzada contra el curso, y pidió al gobierno y la legislatura de Michigan que pongan fin a esas clases.
Pero el argumento sobre el uso del dinero de los contribuyentes tiene su contrapartida: los homosexuales también pagan impuestos y, al igual que todos los contribuyentes, apoyan con ese dinero actividades que pueden estar totalmente en contra de sus principios, como la guerra, o los subsidios para los productores agropecuarios.
En el folleto de la UM que describe el curso, Halperin escribió que: "Simplemente porque usted sea un hombre homosexual, no significa que no tenga que aprender sobre cómo convertirse en uno".
"Los hombres homosexuales forman parte de ese aprendizaje por cuenta propia, pero a menudo aprendemos de otros cómo ser 'gay', ya sea porque buscamos instrucción de ellos o porque simplemente nos dicen lo que necesitamos saber, hayamos o no hayamos pedido su consejo", añade Halperin.
Los homosexuales más militantes y políticamente activos sostienen que su preferencia sexual es innata, no adquirida.
Por ello se ha criticado la presentación que hace Halperin de su curso, porque parece sugerir que un hombre puede "convertirse en homosexual", y que hay mucho de aprendido de otros homosexuales en esa conducta.
El curso, que en su primer año, el 2000, contó con unos 60 alumnos, incluidas mujeres, propone que tal aprendizaje se haga con el examen de "numerosos artefactos y actividades culturales" que, según Halperin, "parecen desempeñar un papel prominente en el aprendizaje de cómo se es homosexual".
La lista del profesor incluye "películas de Hollywood, ópera, musicales de Broadway y otras obras de música clásica y popular, como la adoración de divas, los travestis, el culturismo, las modas y el diseño de interiores".
Halperin ha indicado que éste es un curso universitario válido en el estudio cultural, y exigente en términos académicos: hay seis asignaciones de escritos, incluidos dos proyectos, y se pone énfasis en la asistencia a clase y la participación en las discusiones de aula.
En 2000, una moción en la Legislatura de Michigan que proponía la supresión de fondos del gobierno para estos cursos no pudo aprobarse porque le faltaron cuatro votos, y Glenn ha reanudado sus esfuerzos para que este año "se dé un alto a esta agenda política militante en favor de la homosexualidad".