En todas las economías del mundo existen aciertos y fracasos de la política económica, en la búsqueda de soluciones de problemas económicos. Asimismo existen ?importaciones? de problemas entre los países; existen problemas de mercados que muchas veces aunque se hagan las cosas bien, resulta que el mercado influye y el resultado no es positivo. Existen también problemas de racionalidad e irracionalidad en la aplicación de medidas; existen buenas y malas intenciones (i.e. maquiavelismo) en esto mismo de la implementación de medidas. En fin, lo que una cosa no se puede evitar es ?aprender ? de otros países más avanzados, sobre todo en cuanto a política económica se refiere.
Un ejemplo de la anterior aseveración es cuando México en 1988 implementó aquel famoso ?Plan Azteca? en donde sé ?conjelaron? prácticamente (en un acuerdo consensado a nivel nacional entre los sectores político, económico y social) todas las variables - precio de la economía ? atacándose? aquella también famosa pero muy dañina inflación ?galopante? que afectó con creces a la economía mexicana durante años.
Simplemente entonces hubo éxito en atacar ese grave problema. Y ese tipo de programas que se llamaron de ?choque heterodoxo?, no fue inventado por las autoridades mexicanas sino que las ideas básicas recuerdo provinieron de economías coma la de Israel y la chilena. Hoy en día tenemos otro tipo de problemas, y el más grave es el de desempleo, que también viene de años atrás, y como que no se han hecho muchas cosas en la búsqueda de solucionarlo con contundencia. Si recordamos que en particular Estados Unidos en la gran depresión de 1929, salió del grave problema (a partir de 1933) de desempleo causado por dicho fenómeno económico, con la implementación de políticas económicas fiscales, que en mucho fueron diseñadas por el padre de la macroeconomía moderna John Maynard Keynes, que en pocas palabras argumentó que con un adecuado Gasto publico aplicado a toda la actividad económica (gasto agregado) y con la rectoría del gobierno sobre la misma, y los efectos multiplicadores resultantes tenderían a solucionar los problemas económicos de entonces. Pues así fue y se tuvo éxito.
En particular en nuestro país, no quiero decir con el anterior comentario que estamos en depresión, y que habría que aplicar las ideas de Keynes para la solución del problema de desempleo real que tenemos, pues se podría caer otra vez en el riesgo de una gran déficit público o del ?paraestatismo? (es decir que el gobierno volviera a ser dueño de empresas productivas). Pero si me refiero a que la política fiscal hoy en día debe de ser muy relevante (en un ámbito de liberalismo económico) para la solución de los problemas que vivimos. Aunque cabe aclarar que tampoco el gobierno debe de ser el único responsable en dicha solución, pero si que debe de tener insisto, gran relevancia en su actuación.
La política fiscal no es otra cosa que las acciones del gobierno en la economía a través de su gasto y tributación (impuestos). Estoy totalmente de acuerdo que hay que cuidar el déficit publico, porque en otras épocas éste nos llevó a que se desencadenaran crisis económicas (nada más acuérdese por ejemplo de la época de la ?abundancia? por el petróleo, en donde el gobierno de López Portillo se dedicó a gastar de una manera irracional lográndose una enorme crisis económica por el déficit, y que estalló en 1987?1988). Sin embargo, hablando de la política fiscal (amén de que existe toda una reforma fiscal que está en el congreso ?empantanada?) no será descabellado a mi juicio, y como pueden pensar otros el que se considere una baja sustancial generalizada en el impuesto sobre la renta principalmente de las personas físicas y a posteriori de las empresas, tal y como lo hizo Rusia en el 2001 (en un ámbito de liberalismo) con éxito.
Es decir, creo que no necesitamos descubrir el ?hilo negro? para salir adelante, si se tienen pruebas de otros países en materia fiscal, como Rusia repito que va saliendo de sus problemas al bajar su tasa de impuesto a los ingresos personales de un 30 por ciento a un 13 por ciento, y la recaudación en lugar de bajar como muchos pensaban subió de manera importante. Y esto es lógico, pues por un lado se le da más poder de compra al consumidor, y por otro lado se ataca casi de manera automática la evasión fiscal, por lo que se tendrán más contribuyentes que saldrían de la economía informal a la formal. Cabe decir que este tipo de políticas fiscales la han aplicado exitosamente también otros países como Hong Kong, Estonia y Letonia.
Además, para el beneficio de la economía en su conjunto, el gobierno al captar más impuesto de manera paralela (para que el déficit no se dispare) implementa programas de gasto publico de desarrollo social, de apoyo a la planta productiva, de ataque directo a la pobreza, etcétera. Por lo que el país simplemente progresa. Y todo ello seguramente se traducirá en creación de fuentes de trabajo directas e indirectas por el efecto multiplicador que el gasto publico por sí mismo implica. Ojalá y este tipo de soluciones se implementen en nuestro país u otras pero que se implementen; ojalá y exista más conciencia y agresividad de quienes tienen en sus manos las decisiones de política económica en pro del desarrollo y el crecimiento, principalmente me refiero a los nuevos legisladores, y que no compliquen tanto las cosas en su nuevo actuar. Se requiere pues de soluciones contundentes y precisas como la que se acaban de mencionar, de política fiscal de impuestos que se denominan ?iguales? o ?parejos?, entre otras muchas soluciones que deben de existir.
E-mail:
jorge.cepeda@cbbanorte.com.mx