TORREÓN, COAH.- “A los padres de familia no les debes pedir más dinero del que pueden dar y con mucho esfuerzo, a mí nunca me ha gustado ser abusona”, sostiene Lilia de León de León, directora de la escuela primaria “Víctor M. Vega González” en la colonia Lázaro Cárdenas a escasos metros del cerro en la periferia de la ciudad.
45 años de servicio en la educación primaria avalan el trabajo de Lilia de León de León, quien recuerda cuando empezó en la escuela primaria “Alberto Madrid”, en la colonia “Victoria”, siempre en sectores populares “donde la gente demanda un buen servicio, de calidad y gratuito”, señala.
La directora del plantel reconoce que hay muchas diferencias en el servicio educativo, “como dicen los padres, antes enseñaban más y ahora menos y hasta cierto punto tienen razón, pero también hoy el niño es más despierto o rebelde”, asegura la trabajadora de la educación.
También por parte de los padres ha cambiado la cosa, pues antes había más responsabilidad, por ejemplo los papás estaban de acuerdo en que a sus hijos se les llamara la atención en los planteles y ahora no, vienen y te reclaman “hoy no los puedes ni tocar, aclarando, no todos”.
“Hay ocasiones en que el alumno sale de la escuela desde la una de la tarde y llega a su casa a las tres y es ahí donde debe entrar el padre: ¿dónde andabas?, ¿con quién andabas?, ¿a ver, vamos a preguntar? y así, de esa forma ayudarían a los profesores en su labor educativa”.
En el campo de la enseñanza educativa, dentro de las escuelas los cambios han sido en mucho para bien, considera, hoy hay muchos avances y mucho depende de los profesores y del director, hay que saber distinguir bien la responsabilidad que se tiene como maestro y el papel que jugamos en la sociedad.
La maestra De León de León, hace mención de las cuotas escolares y reconoce que también en su escuela se cobra un bono, “ahora así se le llama, son a veces 100 pesos, pero el papá ya no vuelve a dar nada durante todo el año y esa cantidad se destina para pagarle al velador y muchas otras cosas”.
Una maestra que acompaña a la directora interrumpe y sostiene: “Mira, la Secretaría de Educación Pública (SEP) habla de gratuidad, pero a las escuelas no les manda dinero, no hay presupuesto y se tienen que comprar algunas cosas de apoyo a la docencia”.
“Aquí lo más que se ha cobrado son 100 pesos y eso es suficiente por todo el año”.
La directora retoma la palabra y dice: “A la gente hay que entenderla, no me gusta exhibir a la gente que no paga y mucho menos regresar al niño cuyos padres no cubrieron el bono de inscripción, aquí quedan muchos sin pagar, pero son niños que deben tener sus estudios”.
“Cuando empieza el ciclo educativo hablo con los profesores para ver la lista de útiles escolares, porque hay veces que van muy cargadas y no es para tanto, no es necesario que el niño traiga cuadernos muy elegantes y si el del año anterior todavía tiene hojas limpias, pues que lo utilice, así debe ser”.
“Una de las cosas que más me preocupa es la pérdida de valores éticos y esta situación se padece más en estas colonias y es donde el papel del maestro es mucho más importante”, consideró.