El País
Miami, EU.- La arquidiócesis de Louisville, en el estado de Kentucky, ha accedido a indemnizar a 243 víctimas de abuso sexual con 25.7 millones de dólares, la mayor suma pagada hasta el momento en los escándalos de pederastia que se destaparon hace año y medio en EU. Louisville ha batido también otros récords: es la diócesis con mayor proporción de pederastas y el ‘hogar’ del cura que más abusos sexuales ha cometido de todo el país.
El ya ex sacerdote, Louis Miller, abusó de más de 180 de las 243 víctimas, incluida su propia sobrina, que también le denunció. El mes pasado se declaró culpable de medio centenar de casos y fue sentenciado a 20 años de cárcel. Pero además de Miller, hubo otros 33 sacerdotes, dos franciscanos y tres seglares acusados de pederastia en la misma arquidiócesis.
Las denuncias han abierto una profunda crisis en la arquidiócesis de Louisville, que tenía 115 curas en activo cuando estalló el escándalo y ahora ha perdido además de una cuarta parte del clero, más de la mitad de sus activos y se ha visto forzada a despedir 34 personas y recortar los servicios sociales de las parroquias. El arzobispo responsable de mantener a los pederastas a pesar de las denuncias, Thomas Kelly, no piensa dimitir.
Monseñor Kelly volvió a pedir disculpas ayer a los 200 mil católicos de la ciudad –“Me disculpo por lo que hicimos, y por lo que no hicimos”- y anunció una nueva política para enseñar a distinguir a los niños entre lo que son “toques afectuosos y abuso sexual”.
Además de Miller, hay otros tres curas procesados en espera de juicio -Daniel Clark, James Hargadon y Bruce Ewing-, que se han declarado inocentes al igual que dos profesores laicos, también acusados.
Hay otras diócesis que han llegado a acuerdos extrajudiciales para indemnizar a las supuestas víctimas. Rohde Island ha accedido a pagar 13.5 millones de dólares a 36 víctimas; Boston ha dado diez millones a 86 víctimas del ex cura John Geoghan, pero ha rehusado pagar otra indemnización de 30 millones para el resto de las víctimas aduciendo que no tienen fondos. Y New Hampshire se ha comprometido a una indemnización de 6.5 millones para 61 víctimas.